Parecía que se trataba de batir algún récord o una más de las actividades festivas de las konparsas, pero en realidad los metros y metros de tableros y sillas que partían desde la txosna de Txori Barrote ayer a primera hora de la tarde no era sino la tradicional comida en favor de los represaliados políticos vascos. Nada menos que 1.100 comensales en una cita ante el mantel, que en su día comenzó con unas cuatrocientas personas y ahora los tickets se agotan.

Los asistentes, a los que la lluvia no visitó -«hasta hemos rezado», reconocía una de las organizadoras-, dieron buena cuenta de un menú preparado durante horas a base de carne a la jardinera, ensalada de arroz y de postre helado, amén del buen ambiente. Luego, sobre las 18.30, kalejira hasta la sede del PNV en Sabin Etxea y concentración final en Biribila Plaza con el ``Hator, hator!''.