BAlONCESTO Semifinales
Imperó el orden establecido para sellar la final pactada
Dos ex baskonistas, Scola y Jasaitis, lideraron la resistencia argentina y lituana pero Estados Unidos y España reeditarán la final olímpica de Los Ángeles 84
ARGENTINA
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
A pesar de que dos ex baskonistas -y por ello acostumbrados a pelear ante equipos más grandes- como Scola y Jasaitis lideraron la resistencia argentina y lituana, el orden establecido se impuso en el Pabellón Wukesong de Beijing y Estados Unidos y España disputarán mañana la final pactada y esperada. De esta forma, españoles y yankees reeditarán, 24 años después, la final que enfrentó a ambos en Los Ángeles.
Como en el caso femenino, la final estaba cantada de antemano y las dos plantillas más completas y fuertes del panorama mundial se enfrentarán por el oro, aunque a los de Aíto -sin José Manuel Calderón, lesionado- ayer les costó mucho deshacerse de una rocosa y dura Lituania que fue por delante en el marcador. Quizá no les haga falta, porque sus plantillas tienen mucho y bueno, pero los dos favoritos gozaron de facilidades que allanaron su pase a la final.
En el caso de los bálticos, éstos terminaron bastante disconformes, y con razón, con el criterio arbitral que minó su juego interior a base de faltas personales, 34 pitadas a los lituanos por 22 a los españoles. Hombres importantes como Siskaukas, Kristoff Lavrinovic y Petravicius fueron excluidos por personales, Kleiza por recibir dos antideportivas y Javtokas jugó limitado muchos minutos con cuatro. En este sentido, la diferencia entre los tiros libres también fue anormalmente desequilibrada, con 44 para los de Aíto y sólo 26 para los bálticos.
Tras un comienzo de partido eléctrico, los lituanos acertaron a tomarle la medida a los españoles. Con una defensa cerrada sobre Pau Gasol, anularon las vías de ataque españolas, mientras que adelante, Simas Jasaitis, desde el triple, les dio una ventaja de hasta seis puntos.
Sin embargo, la acumulación de faltas interiores abrió hueco a Gasol y Felipe Reyes, que se adueñaron de los aros. Una zona 2-3 y la aparición de otro «secundario de lujo» como Carlos Jiménez dio el triunfo a España en un gran último cuarto.
Raza argentina
Al margen de la genialidad de unos pocos de sus jugadores, la raza llevó a Argentina a hacerse con el oro en Atenas y ese coraje los llevó ayer a dar un clinic de orgullo cuando lo más fácil hubiera sido dejarse llevar.
El panorama era desolador para los albicelestes en el primer cuarto, con un parcial de 0-18 en contra en cuatro minutos, y con Manu Ginobili en el banco con el tobillo lastimado y otro puntal como el Chapu Nocioni muy tocado.
Sin embargo, con un incesante y brillante Luis Scola bien secundado por Delfino, los argentinos no llegaron a inquietar a USA Team, pero dieron una lección de honestidad deportiva.
Los lituanos, que habían acertado a frenar a Gasol, llegaron muy mermados en la pintura al último cuarto tras las exclusiones de Lavrinovic, Petravicius, Siskaukas y Kleiza. El desequilibrio fue grande, con 22 faltas pitadas a los españoles por 34 a los bálticos, lo que dio 44 tiros libres a los de Aíto por sólo 26 a los lituanos.
El panorama en el primer cuarto era desolador para los albicelestes, con un parcial 0-18 en cuatro minutos, Ginobili fuera de combate por un problema en su tobillo y Nocioni tocado. Cuando lo más fácil era dejarse llevar, los argentinos sacaron su casta e incluso llegaron a ponerse a seis (40-46) antes del descanso.
Como estaba previsto, Estados Unidos y Australia jugarán hoy su tercera final consecutiva en la final femenina de baloncesto. De esta manera, la pívot estadounidense Lisa Leslie tendrá la oportunidad de igualar los cuatro oros olímpicos de Teresa Edwards.
Plata en 2000 y 2004, las australianas quieren poner fin, de una vez, a la hegemonía que tienen las yankees, invictas en los juegos desde Barcelona y que buscan por tanto la cuarta victoria consecutiva.
Ambos equipos aplastaron al resto de la competencia en Beijing, aunque China frente a Australia (90-56) y sobre todo Rusia frente a USA (67-52) en semifinales, hicieron sufrir a las máximas favoritas.
Con dos equipos muy físicos y sin escrúpulos a la hora de meter los codos en la lucha por el rebote, se espera una final de mucha tensión, al estilo de la que hubo en el último enfrentamiento entre ambas selecciones. Las australianas cayeron derrotadas por los pelos 71-67 en un choque que tuvo muy poco de amistoso y en el que Lauren Jackson, considerada la mejor jugadora del mundo, terminó con un labio ensangrentado y un golpe en el ojo, por lo que hay muchas ganas de revancha.
En principio, las estadounidenses vuelven a partir como favoritas, sobre todo por que las opals tienen varios problemas físicos, especialmente en el caso de Penique Taylor, que sufre un esguince de tobillo.
No obstante, con diez campeonas del mundo en sus filas, las australianas tienen un sólo objetivo desde que consiguieron el oro en el mundial brasileño y esperan cumplirlo hoy en Beijing.