Aseguran que la plaga del mejillón cebra en los embalses del Zadorra no ha pasado a otros cauces
GARA |
La plaga del mejillón cebra, asentada en la cuenca del Ebro, no se ha extendido a otros cauces después de llegar a los embalses del Zadorra. No obstante, fuentes de la Agencia Vasca del Agua (URA) consideran que «tarde o temprano» llegará a las cuencas cantábricas.
En Araba, las primeras larvas de mejillón cebra fueron detectadas a mediados de julio en los embalses del Zadorra, que abastecen de agua a Bilbo y Gasteiz, y las instituciones adoptaron diversas medidas para evitar su propagación a otros cauces.
Así, las embarcaciones que navegan en las aguas de los tres pantanos alaveses (Ullibarri-Ganboa, Urrunaga y Albina) continúan confinadas, al igual que las artes de pesca, para retrasar su extensión a las cuencas cantábricas. Pese a ser temporada de baño, no se permite a los bañistas el uso de canoas, colchonetas, kayak y otros elementos flotantes.
El objetivo es retrasar lo máximo posible la llegada de esta especie invasora a otros cauces, aunque según fuentes de la Agencia Vasca del Agua, «tarde o temprano acabará llegando a las cuencas cantábricas».
Por experiencia de otros países, según las mismas fuentes, se cree que el mejillón cebra acabará llegando a otras aguas, pero las instituciones que toman parte en la comisión de seguimiento de la evolución de esta plaga intentarán minimizar sus efectos y retrasar su llegada.
Entre otras medidas, se mantienen los controles en los 52 puntos de muestreo repartidos por Araba, Bizkaia y Gipuzkoa para detectar la presencia de larvas.