Iñaki Lekuona Periodista
Humor negro en Afganistán
No cabe duda de que Sarkozy es un tipo gracioso. De partirse de la risa. Los militares franceses lo comprobaron la semana pasada en Afganistán, a donde su madre patria les envió hace años para cumplir una importantísima misión de la OTAN. Allí murieron diez de ellos en una emboscada talibán. Allí acudió presuroso el presidente de la República para rendirles un sentido homenaje. Allí estaban las cámaras de la televisión pública francesa para dar testimonio de que, aun faltando la Bruni, a Sarkozy le sobra la gracia. Las imágenes así lo certifican. Ante los diez ataúdes, compungido, pero firme y resuelto, el pequeño Nicolas de los altos tacones se dirige a la jerarquía militar para asegurarles que, si a Francia se le presentara ahora la misma disyuntiva que hace unos años, volvería a enviar sus tropas hasta aquellas tierras. La transcripción, traducida, es más o menos la siguiente. «Les digo en conciencia», pausa larga, solemne y profunda, «que si tuviera que volver a hacerse, se haría», nueva pausa, «no lo de la patrulla», pausa, gesto acartonado de sonrisa interrumpida y «kgnfff...»
Valga este kgnfff como onomatopeya de ese tipo de risita sarcástica, que a pesar de los esfuerzos por contenerla, acaba liberándose por la nariz. Eso es lo que le pasó al bueno de Sarkozy. Creyó haber hecho un chiste, se hizo gracia a sí mismo, intentó contenerse y finalmente acabó con un kgnfff que ahora se propaga como la pólvora por internet, con más de 52.000 visitas al enlace. La chispa del presidente también llegó ayer a categoría de noticia en la principal radio pública de actualidad.
También ha sido noticia, aunque sin tanta notoriedad, la muerte el viernes pasado de más de 90 civiles, la mayoría mujeres y niños, por obra y gracia de un bombardeo de la OTAN sobre un pueblo cuyo nombre no aparece en nuestros mapas. Andaba Hamid Karzai debatiéndose entre contratar a Sarkozy para que soltara alguna ocurrencia en los funerales, o declararle la guerra a la coalición internacional que decidió regalarles la democracia y la libertad. Se lo ha pensado mejor y ha decidido culpar a dos de sus generales y expulsarlos del ejército. No es mal chiste.