Empieza la Liga
Macua asegura que la oferta por Aritz Aduriz era irrechazable
El guipuzcoano pasará hoy el reconocimiento médico y será presentado como nuevo jugador del Mallorca
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
San Mamés levanta el telón el próximo domingo. Comienza la temporada y en el caso del Athletic no lo hace -aunque el resultado frente al Almería será, como sucede siempre en esto del fútbol, el que determine en qué circunstancias se desarrollan estos primeros compases- con las mejores sensaciones. La responsabilidad es de las dudas surgidas, a diferentes niveles, en las últimas jornadas.
Para empezar, en el plano deportivo, en el que los rojiblancos cierran la pretemporada con cal y arena a partes iguales. Buenos partidos, como el que se disputó frente al Villarreal, han tenido su contrapeso con choques como el de Asti ante el Eibar o, más recientemente, con lo que el regusto final del verano se agría, los que le han enfrentado a Conquense o Valladolid.
Encuentros en los que el cuadro bilbaino ha encajado demasiados goles, muchos de ellos a balón parado, pese a que, curiosamente, la defensa de este tipo de jugadas fue uno de sus puntos fuertes la pasada temporada. También ha faltado olfato finalizador, pese a lo que, también curiosamente, en Ibaigane no parece temblar la mano a la hora de dar salida a los delanteros rojiblancos.
El que menos dudas parece tener, y no es mala cosa, es Joaquín Caparrós que, tras el rapapolvo tras la derrota frente al Eibar, no ha vuelto a quejarse sobre la actitud de sus jugadores, primer pilar del éxito, pese a los últimos tropiezos. Volviendo a las dudas, tampoco existen en el caso del equipo base del técnico andaluz. Iraizoz, Iraola, Ocio, Amorebieta, Javi Martínez, Susaeta, Yeste, Joseba Etxeberria y Llorente tienen plaza asegurada en el equipo; también Gurpegi, a la espera de la plena recuperación de Orbaiz. Y Casas, por último, parece haberle ganado la partida a Koikili.
Una circunstancia, esta última, que sorprende lo justo, teniendo en cuenta los vaivenes que ha sufrido la situación de diferentes jugadores desde la llegada de Caparrós al banquillo. El de Sopela, que pasa de entrenar sin ficha en Lezama, a más que probable titular, es una muestra más.
Así que tampoco habrá que echarse las manos a la cabeza porque las espaldas de Ocio y Amorebieta estén cubiertas por un renqueante Ustaritz y jugadores del filial, mientras un central de la experiencia de Luis Prieto defiende la camiseta del Valladolid.
Marcha «consensuada»
En ese sentido, la actuación de la Junta Directiva también mantiene una línea sorprendente en las últimas jornadas, lo que a su vez, también genera dudas a nivel directivo.
Más allá de la marcha de Luis Prieto, lógica tras el ostracismo al que se vio condenado la pasada temporada, las noticias en la recta final del verano se han centrado en la delantera, que ha estado a punto de quedarse con Llorente, Ion Vélez y Joseba Etxeberria como únicos integrantes. El club empezó por acordar la cesión de Iñigo al Numancia, frenada ahora por lo que, sin duda, se ha convertido en el gran bombazo de la actualidad rojiblanca, el traspaso de Aritz Aduriz al Mallorca.
A falta de que supere el reconocimiento médico y pueda ser presentado hoy, la marcha de Aduriz no ha dejado de generar polémica desde que surgieron los primeros rumores. No es de extrañar. El Athletic se desprende de un jugador importante desde su regreso y, para más inri, lo hace de la mano de un presidente que, ante los aumentos exhorbitados en las cuotas o la inserción de publicidad en la camiseta, se ha escudado en la necesidad de sanear la economía del Athleetic para que, entre otras cosas, siga siendo un club comprador, y no vendedor.
Pero es que, en palabras de Fernando García Macua a Euskal Telebista, la oferta del Mallorca -unos seis millones de euros- «era irrechazable». Para empezar, porque al Athletic el dinero le viene de perlas para la construcción del nuevo campo o el pago de los cinco millones del «caso Zubiaurre», según explicó el presidente. Y más aún si se trata de un jugador «interesante, pero no imprescindible». Macua aseguró que la marcha de Aduriz se ha consensuado con Caparrós. «Si el técnico o el jugador hubieran mostrado alguna duda al respecto, no se hubiera realizado el traspaso», concluyó el presidente.
Macua, por último, no quiso descartar completamente la posibilidad de gastar parte de lo ingresado en el fichaje de un nuevo jugador.
Aduriz declinó hacer declaraciones en Loiu antes de partir hacia Mallorca, donde sí habló sobre «una nueva etapa» en su vida.
El traspaso de Aduriz está creando mucha polémica. Pero García Macua cree que el jugador era «interesante pero no imprescindible».
Parece la semana de los delanteros. Otro ariete será protagonista en los prolegómenos del encuentro entre Athletic y Almería.
Ismael Urzaiz, jugador del Athletic durante once temporadas, en las que disputó 419 partidos y anotó 129 goles, realizará el saque de honor en San Mamés para despedirse en persona de la afición bilbaina, tal y como es su deseo.GARA