Aunque la contratación del anhelado delantero centro se siga dilatando más de lo previsto, José María Salmerón podrá contar en el entrenamiento de esta mañana en Ibaia con un nuevo jugador ofensivo, ya que Jacobo firmó ayer por una temporada, con opción a otra. El media punta, que ya pasó el viernes el pertinente reconocimiento médico y que el sábado presenció el amistoso que sus nuevos compañeros jugaron contra el Eibar en Laguardia, llega tras haberse desvinculado del Atlético de Madrid, donde se formó en sus categorías inferiores y no haber conseguido que Javier Aguirre le hiciera un hueco.

En el caso del madrileño, que puede moverse también por la banda izquierda y que destaca por su calidad técnica, el reconocimiento médico fue más allá del trámite habitual, ya que la operación de menisco a la que fue sometido frustró su aventura en el Mouscron belga que dirige Enzo Scifo.

Lo de hacer las maletas para venir a Gasteiz no es nuevo para Jacobo, ya que pese a su juventud (24 años), lo de cambiar de aires ha sido una constante en las últimas temporadas de su carrera deportiva. Y es que tras su paso por las categorías inferiores de la entidad rojiblanca, Jacobo intentó acaparar experiencia en equipos de superior categoría recalando en el Poli Ejido, Lleida y Mouscron de Bélgica. En su retorno cada verano al Atlético de Madrid siempre ha formado parte de las pretemporadas con el primer equipo a la espera de que se diera la oportunidad, sin efecto, para seguir en sus filas.

Tras apuntar maneras en el Poli Ejido de Pepe Mel, en el que jugó 16 partidos de Liga (716 minutos) y marcó un tanto, su mejor temporada la firmó en el Lleida, donde fue un fijo en las alineaciones iniciales, disputando un total de 34 partidos (1.727 minutos) y saldando también la temporada con un tanto.