Maite SOROA | msoroa@gara.net
La última de Arzalluz
Decía ayer el editorialista de «El Mundo» -lo constataba, mejor dicho- que «Xabier Arzalluz siempre se ha caracterizado por no morderse la lengua. Así fue durante las más de dos décadas que presidió el PNV -entre 1980 y 2004- y lo sigue siendo ahora», como se acredita en la entrevista que ayer mismo publicaba el rotativo de Pedro J.
Según el editorialista -con la referencia en la entrevista-, «en su análisis sobre lo sucedido, Arzalluz sostiene que la Transición resultó fallida porque la salida que se dio `al tema vasco y al catalán, fue un error', al no contemplar el derecho de autodeterminación ni haberse atendido otras exigencias nacionalistas. El ex líder del PNV asegura que el Rey carece de legitimidad democrática al haber sido designado por Franco y realiza duras críticas hacia la Constitución». Hasta ahí un resumen -muy sesgado, por cierto- del juego de preguntas y respuestas. Y de ahí el editorialista extrae una conclusión: «Todo ello demuestra que el error que se cometió en la Transición no fue realizar pocas concesiones a los nacionalistas, como subraya Arzalluz, sino todo lo contrario: darles un poder del que han abusado de forma desleal. El PNV no podría seguir planteando seguramente una política de deslegitimación del Estado si la Constitución hubiera puesto techo a las competencias de las autonomías. Ha llegado la hora de hacerlo porque hoy estamos pagando las consecuencias de aquella generosidad. Xabier Arzalluz pretende escribir la historia al revés». Miren cómo se les ve la patita. Pero tengo para mí que lo que en realidad cabreó al editorialista es la pregunta siguiente. Y la respuesta, claro. Lean, lean: «P.- Hombre, su prueba de fuego democrática la pasó el Rey con creces el 23-F, ¿no?
«R.- Tengo más que dudas. El soldado que enviaba los teletipos de Milans del Bosch era afiliado nuestro, y yo he tenido los originales en la mano. No tengo noticia demostrable de que el Rey hubiera sido contundente con Milans del Bosch. Ese fue su gran error. No haber parado el golpe cuando se estaba gestando. Tengo una noticia desde dentro de La Zarzuela de que aquella noche no fue el Rey el que intervino, sino el general Fernández Campos. El fue el hombre lúcido que estuvo allí. De hecho, según me han dicho, al día siguiente el Rey le dijo al general: `Mira que si ganan esta noche, tú estabas en el otro barrio'. El Rey estuvo esperando. Salió en televisión y todo el mundo le atribuyó a él que había liquidado el golpe. Mi convicción es que no fue él». Mira por dónde...