Revelaron que Badiola aprobó un tratamiento para lograr el ascenso, el mismo que luego presentó como un escándalo
Los médicos exigen una rectificación
Escobar y Gorrotxategi negaron que se haya suministrado ninguna sustancia dopante a los futbolistas, tal como trasmite el presidente
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Eduardo Escobar y Antxon Gorrotxategi exigieron ayer a Iñaki Badiola una rectificación de sus manifestaciones sobre una utilización de sustancias dopantes, en especial de las últimas sobre el uso de hormonas de crecimiento. Los médicos de la Real calificaron de reprobables y falsas estas declaraciones y «constituyen la gota que colma el vaso. Callar no supondría sino aceptar una agresión contra nuestra profesionalidad, contra el prestigio deportivo de nuestros futbolistas y la propia institución».
Añadieron que no se han aplicado nunca hormonas, sino factores de crecimiento, habituales en la medicina deportiva y permitidos para acortar el plazo de la recuperación de las lesiones. Explicaron que se utilizaba dinero negro para las medicinas por el halo de sospecha que rodea a una, la creatina, aunque recordaron que no está en la lista de sustancias dopantes. Añadieron que el gasto en medicinas en la Real es inferior a otros clubes y normal en relación a su precio en el mercado y a su utilización entre tantos futbolistas y tantos años.
Así, señalaron que la cifra dada de 327.000 euros, de ser cierta, no corresponde a un año, el del subcampeonato, como se ha trasmitido, sino a todos en los de los mandatos de Uranga y Astiazaran. Recordó que los jugadores de la Real han pasado múltiples controles y que sólo hubo un positivo de Océano «cuando volvió de un partido de su selección, sobreseído con una multa porque la sustancia era un anestésico local, permitido y legal, pero no había cumplido el trámite de declaración previa».
Explicado antes de marzo
Cuando conocieron que Badiola filtraba y hablaba de esto, pidieron una reunión con él para explicarle todo con detalles: «Pusimos en su conocimiento que nunca en el club se ha adquirido, utilizado y menos suministrado medicamento prohibido alguno. Por ello y como consecuencia de las explicaciones ofrecidas, Badiola no sólo dio su total conformidad, sino que nos encargó la confección de un plan médico idéntico al anteriormente seguido, al objeto de su aplicación a los jugadores en el resto de la temporada». Ese tratamiento fue remitido por mail en marzo con la descripción de los medicamentos y su precio aproximado.
Por ello se mostraron sorprendidos por lo manifestado por Badiola en la Junta planteándolo como un escándalo desvelado por la due diligence. Los médicos pagaron la necesidad de justificar los 350.000 euros que costó a la Real con la presentación de «irregularidades». Badiola sabía que uno había recogido acciones para votar en su contra, como la mayoría de trabajadores, lo que insinuó Antoñana tras la Junta .
Los doctores desmintieron las declaraciones de presidente y portavoz, en las que señalaban que desde hacía tiempo se les había comunicado que no iban a seguir con el primer equipo. Explicaron todo el proceso que derivó en el incidente de la presentación y que hasta ese día a las nueve no hubo una comunicación y que luego, tras varios correos electrónicos que inducían al despido, Badiola les trasmitió que seguían en sus puestos con el mismo trabajo y el único matiz de que no viajaban con el equipo. Eso hasta incluirlos en el ERE...
Para justificar que un equipo como la Real viaje sin médico propio, Badiola los califica como elementos «nocivos», algo que no comparten los futbolistas que mostraron su apoyo y solidaridad de una forma que los doctores agradecieron al tiempo que dejaban claro que su plante ante Badiola se dio sin que ellos supieran nada. Sería bueno que los administradores judiciales pregunten a la plantilla a quién ven nocivo para la Real, lo que piensan de sus médicos y quién prefieren que viaje con ellos.
«Nunca en la Real se han comprado ni suministrado medicamentos prohibidos y tras las explicaciones ofrecidas a Badiola, no sólo manifestó su total conformidad con ellas, sino que encargó la confección de un tratamiento idéntico».
El único delantero con ficha de la primera plantilla no pudo entrenarse ayer por la tarde por precaución al padecer una sobrecarga en el isquiotibial izquierdo. Tras la doble sesión de ayer, hoy se trabaja a puerta cerrada.