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¿Qué más debe pasar para que Badiola sea destituido?

Joseba ITURRIA

Evidencia el drama que vive la Real ver cómo se desnudan profesionalmente, desvelando los productos que utilizan, unos médicos obligados a hacerlo para defenderse ellos, al club y a sus jugadores de las acusaciones infundadas de dopaje realizadas por Badiola sobre un tratamiento que se planteó recuperar el pasado año para subir.

Uno entiende y comprende que un 43% de la masa accionarial le votara en unas elecciones que él forzó y logró que fueran sin oposición ante la imposibilidad de competir con sus falsas promesas. Uno entiende que el 17-J tuviera el apoyo de un 14,2%, porque pese a las informaciones que le desenmascaraban, es mucho más creíble una mentira agradable que una verdad desagradable. Y dijo en la Junta lo que muchos querían escuchar, aunque fueran mentiras y engaños. Pero no se entiende que aún haya alguien en Gipuzkoa que no comprenda que cualquier futuro para la Real pasa por la marcha de Badiola después de demostrarse mentiras y engaños de la Junta, de que no han llegado ni Cagigao, ni Villanueva..., de decir que no va a venir de China ningún euro bajo la excusa de que no quiere pagar la deuda cuando la Ley Concursal antepone los pagos posteriores a su aceptación a cualquier deuda previa...

Si es verdad que Badiola tiene un presupuesto de diecisiete millones necesita al menos cinco extraordinarios para cuadrarlo, al margen de otros tantos de las fichas del año pasado. Y no sólo es incapaz de generar ningún ingreso de los prometidos, sino que se enfrenta a los que han puesto y pueden poner dinero. La Ley Concursal implica que si, después de aceptarse la solicitud, la empresa no es capaz de afrontar los pagos, el juez debe decretar su cierre. Y ese día llegará si no se toman medidas ya. Los administradores judiciales saben que Badiola les miente a ellos y a los jugadores y sigue sin ofrecerles ningún plan ni una viabilidad. La Real está en riesgo de desaparición y el personal no es consciente de la gravedad hablando de plantillas cortas, de carencias o considerando una amenaza que alguien pueda comprar un par de jugadores cuando, si la planificación hubiera sido correcta, con la continuidad de tres titulares del final del año pasado y la renovación de Díaz de Zerio y Castillo sería la mejor solución. Ahora no lo es porque prescindir de ellos sería un gran problema con la plantilla que hay y al Athletic le vale con esperar hasta el 1 de enero para firmarlos y al 30 de junio para pescar más bonito, bueno y... gratis.

Aspirar a ascender con Badiola y sin pagar a los jugadores es de ilusos. La consideración que tienen éstos de su presidente es equivalente a la credibilidad que les ofrece. Que mantengan la concentración sin cobrar y con reuniones para tratar con él sus situaciones personales parece imposible. Y el aspecto mental es clave. La Real puede subir con la plantilla actual si Badiola es destituido y la sociedad guipuzcoana se moviliza para ofrecer soluciones, y no lo hará con él por mucho que vinieran cinco como Martí y Zigic. Por cierto, Ligthouse debe ser la única que no sabe que el Valencia no encuentra a nadie que quiera al serbio ni cedido.

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