Ve al equipo bien para el comienzo de la temporada mañana ante un Las Palmas del que destacó su gran segunda vuelta en este 2008
Lillo valora a los que tiene y prefiere no hablar de fichajes
A tres días del cierre del mercado, asume que afrontará la temporada con el grupo actual y espera que no haya lesiones ni sanciones
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Juanma Lillo valoró positivamente a los jugadores que tiene y no quiso hablar sobre fichajes ante el debut liguero de mañana contra el Las Palmas en Anoeta. Un partido ante el que trasmitió buenas sensaciones por la pretemporada realizada, aunque valoró la calidad del rival y que fue el mejor de la segunda vuelta de la pasada campaña.
Preguntado por fichajes, respondió que «faltan 48 horas y hay que quedarse con los que están. No hay más, de eso no quiero hablar ningún segundo. Ya veremos cual es la situación final, pero hay que ganar al Las Palmas. No hay otra». A sólo cuatro días para el cierre del mercado, el técnico empieza a asumir que puede no venir nadie y que su objetivo, Alex Geijó, parece ahora cerca de seguir en el Levante en un culebrón que acabará hoy. Tampoco parece muy cercana la llegada de otros jugadores cuyos nombres llegaron al periódico con el que Badiola tiene hilo directo el mismo día en que los técnicos se los comunicaron en un encuentro con el presidente blanquiazul. Si, además de no poder ofrecer ni dinero ni un mínimo de seriedad, se hacen públicos los jugadores que interesan a los técnicos levantando liebres para que otros las cacen, no va a ser fácil cerrar cualquier operación.
Pero la culpa se la atribuirán a los administradores concursales. De eso hablaremos el lunes, porque antes de un partido debería hablarse sólo de él, aunque hoy está convocada una rueda de prensa de Badiola sin que se comunicara el tema que provocará que en el día del partido sea noticia lo que diga él. Algo que tampoco ayudará a que los jugadores se centren sólo en lo deportivo, lo que ha intentado su entrenador con acierto.
Más discutible es que no presionara en junio para renovar a algunos jugadores que eran básicos para él, que no lo haga para que viaje un doctor con el equipo y que prescinda de una preparación física normal, máxime cuando es fundamental más que nunca evitar lesiones.
Sin buscar excusas
Así, cuando se le planteó la alarma creada por el número de jugadores con ficha en el primer equipo, señaló que «¿cómo voy a excusarme si les veo entrenar todos los días a éstos? Lo único que les digo es que no se me lesionen, que no cojan baja forma y que no me los sancionen de largo tiempo. Dejarme con éstos, a ver cuando empiece la fiesta. Eso sí, como se fastidien sí que estamos fastidiaditos. Aunque repito que plantilla corta tiene el primer equipo, pero la Real tiene plantilla larga. Porque tenemos al Sanse también».
Ante los movimientos para buscar otros jugadores señaló que «es la responsabilidad profesional, pero también lo es que no venga cualquiera». Y es que a estas alturas es mejor que no venga nadie. Con Balentziaga, Agirretxe y Viguera hay plantilla suficiente en número y calidad. El problema es que pueda rendir con la locura que le rodea. Además, si no viene nadie, el poco dinero que hay tocará a más y habrá menos descontentos por no jugar. En los años de las Ligas y el subcampeonato de Denoueix jugaban catorce toda la campaña.
Lillo dijo que «lo que no tenemos no es importante para ganar. Debo apretar con los que tengo y no acordarme de los que no están. Tengo once para jugar el sábado de un buen nivel y otros preparados. No van a faltar once todas las semanas. Y mientras haya once dispuestos a defender algo con este orgullo, fáciles no van a ser para nadie».
Tampoco completó el entrenamiento de ayer por precaución, pero su entrenador dio por seguro que jugará mañana y espera que pueda hacerlo en los tres partidos a jugar en ocho días: «Con estas molestias salió a jugar el domingo y metió dos goles».
Juanma Lillo se mostró agradecido a Diego Rivas tras rebajar su ficha en un 40% y dejó claro que cuenta con él desde mañana: «Es uno más y puede entrar en la convocatoria. Una cosa es bajarse el contrato y otra es bajarse tanto. Hay muy pocos que lo hagan. Diego nos ha dicho muchas cosas con eso a todos, porque no se ha bajado el contrato, se lo ha rebajado, con el `re' por delante. Se puede bajar o rebajar el contrato y éste se lo ha rebajado». El manchego tenía el sueldo más alto de la plantilla junto con el de Xabi Prieto y, pese a la rebaja, seguirá entre los cinco mejor pagados y supera lo que cobraban jugadores básicos del pasado año a los que no se propuso renovar ni a la baja pese a ser del gusto del entrenador. Rivas cobraría el 100% de la ficha si la Real sube.
Se le preguntó a Lillo si piensa contar también con el resto de descartados si no encuentran una salida y respondió que «va a ser difícil porque no entra sólo la parte deportiva. Con los temas de contratos y administradores hay muchas cuestiones que tienen que ver más con lo económico que con lo deportivo, menos en el caso de Zurutuza, en el que impera más lo deportivo, que queremos que juegue en otro equipo». Dentro de todo lo anormal que pasa en la Real, resulta inexplicable lo sucedido con el medio centro que estuvo la pasada temporada cedido en el Eibar. El Sevilla quiso ficharlo para el filial y se le impidió la salida y se le subió al primer equipo y, después de una lesión en el inicio de la pretemporada, se le ha puesto en la lista negra. No puede ser que un club decida que un jugador del filial suba al primer equipo y al mes tras una lesión se le declare transferible y se le impida jugar en pretemporada. Si se le da una oportunidad al menos que sea para un año.