Alejandro Valverde, del Caisse d'Epargne, es el nuevo líder de la vuelta 2008 después de realizar una exhibición en toda regla en la línea de meta de Jaén. El murciano, que vive empecinado en llevarse alguna ronda de tres semanas, demostró una vez más que en las llegadas en subida, tan típicas de las clásicas de primavera, no tiene rival. Así, y con la inestimable colaboración de su compañero de equipo Joaquim Purito Rodríguez, Valverde desbancó a un lujo de pelotón, que entró boqueando tras la estela de Davide Rebellin y Alessandro Ballan, segundo y tercero respectivamente. Los sprinters puros, por su parte, no tuvieron opción y quedaron fuera de los veinte primeros de la etapa.

No obstante, el principal protagonista de la primera etapa de la ronda hispana no fue otro que el navarro de Euskaltel-Euskadi Egoi Martínez. El de Etxarri Aranatz estuvo presente en la principal escapada del día, junto a Jesús Rosendo (Andalucía-Cajasur), farolillo rojo en la Vuelta 2007, Mijail Ignatiev (Tinkoff) y el francés Cyril Lemoine (Credit Agricole). Durante buena parte de la prueba, Martínez fue líder virtual e incluso se decidió a abandonar a sus acompañantes, a falta de unos 45 kilómetros, al verse mucho más fuerte.

Pero no pudo optar a la etapa el bravo corredor naranja. El pelotón se echó encima con el aviso previo de Flecha, Pasamontes y Juanma Garate, que finiquitaron la fuga. Los últimos kilómetros, de cierta dureza fruto del cambio de última hora del recorrido, dejaron sin posibilidades al corredor de Etxarri Aranatz, pero al menos tiene el merecido premio de ascender a la cuarta plaza de la clasificación general, seguido, curiosamente, por su compañero de equipo -y de fatigas- Iñigo Landaluze.

A toda velocidad

Después de neutralizar a Martínez, los 20 últimos kilómetros fueron una locura. El pelotón no permitía aventuras de última hora, pero no faltaron los «chalados» que buscaran lucirse.

Lo intentaron Popovych y Nuyens, pero el guión estaba escrito; se acabaron las bromas. A cuatro kilómetros de meta Liquigas puso el pelotón en fila, con la colaboración de Quick Step, que albergaba esperanzas en Tom Boonen.

La llegada masiva parecía cantada, pero en eso llegó el ataque de Caisse d'Epargne por parte de Joaquim Rodríguez, que descolocó a la escuadra italiana. Liquigas quemó todas sus naves en la persecución de Purito, pero tras echar mano al catalán saltó Valverde para dar la puntilla a sus rivales. No falló el murciano, que se emuló a sí mismo en la llegada a Plumelec en la primera etapa del pasado Tour dejando de rueda a todos y cada uno de sus rivales.

La segunda etapa seguirá por tierras andaluzas. Unirá Jaén y Córdoba, de 168,6 kilómetros, con un único alto de tercera categoría, a 26 kilómetros de la meta. Esta etapa supondrá una gran ocasión para que los sprinters puros se luzcan por primera vez en la Vuelta 2008.