Creo que es el momento de crear un nuevo género audiovisual que podríamos llamar algo así como «Vídeos ejemplares», que parafraseando a las novelas antiguas sirvan para mostrar la categoría moral de la sociedad en la que vivimos, la arcadia democrática que nos intentan vender, la seguridad que dicen proporcionar los diferentes ejércitos estratificados que pululan por nuestras calles. Abriría esta colección con el tiroteo, yo diría «la balasera», entre un supuesto guardaespaldas de un edil del PP y un guardia jurado, todo ello en la estación del tren en Abando, a plena luz del día y con ciudadanos y ciudadanas normales asistiendo atónitos a una escena que bien parece de un película, o una crónica de algún lugar del globo en donde la violencia se expresa de múltiples maneras en las calles.

Yo la he visto en TVE y anunciada como exclusiva, y se ve claramente grabada por las cámaras de la estación una conversación acalorada entre dos guardaespaldas y el guarda jurado, un paseo posterior, unas increpaciones y amenazas con las pistolas en diferentes niveles de altura y después, el tiroteo, como en un duelo, uno frente a otro, disparos, y con el guarda jurado herido en el suelo, una patada para desposeerlo de la pistola. Ya digo, sin ningún reparo, con una violencia y actitud chulesca, que ya digo, es ejemplar. Se debería mostrar en las escuelas, en todos los soportes de comunicación, para que se entendiera que tantos tipos armados con o sin uniformes son la auténtica inseguridad ciudadana.

En la misma sesión de un programa matinal nos ofrecen un caso sangrante, la muerte en la cárcel de una presa cuando había solicitado al juez su salida para morir en su casa. Lo ejemplar aquí es que esta circunstancia sale en la tele cuando a los presos vascos se les niega cualquier cuestión similar, suceden abusos y nunca son noticia. Aquí, la cuestión no es que la pobre mujer joven muriese sin conmiseración por culpa de una actitud justiciera ciega, lo que destacan, ejemplarmente, es que el juez que ha denegado el permiso es el mismo que ha propiciado la huida de Rodríguez Menéndez, ese abogado tan ejemplar.