VUELTA A ESPAÑA Quinta etapa
Los escaladores aguantan el tirón y aprietan la carrera
Levi Leipheimer aprovechó su terreno para ganar la etapa y asaltar el liderato, aunque asegura que seguirá trabajando para Contador. El madrileño, como Sastre, Valverde o Anton, cuajó una gran actuación.
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
Completamente llana y con el hándicap añadido del viento, parecía una contrarreloj sólo apta para especialistas. La victoria de Levi Leipheimer, con el premio añadido del liderato, da por buena la apreciación.
Pero los escaladores no se resignaron a aguardar la próxima llegada a Pirineos. Aguantaron el tirón, cedieron menos tiempo del esperado y propiciaron que la Vuelta a España se acerque a sus primeras jornadas de montaña con todos los líderes bien colocados en la clasificación.
Incluyendo el de Euskaltel- Euskadi, que celebró la gran actuación de Igor Antón. El vizcaino aseguraba la víspera dar por buena una pérdida que no superase los tres minutos. Bien, pues sólo cedió 2.35 -tres segundos más que Mikel Astarloza-, lo que, en palabras de su director, «demuestra que ha venido fuerte, muy centrado y con muchas ganas».
El aproximadamente minuto y medio que le separa ahora de los principales candidatos al triunfo final -2.17 respecto al líder- no es, además, una mala distancia, en opinión de González de Galdeano. «Tener tiempo perdido puede ser positivo para cuando llegue la montaña, para tener más libertad, pero tampoco es demasiado, con lo que no está descolgado», destacó el alavés, muy satisfecho con la actuación de un corredor que «poco a poco se va confirmando, aunque todavía hay que guardar distancias respecto a corredores como Contador o Sastre».
Dos hombres que siguen siendo los grandes favoritos al maillot dorado. Más aún tras la contrarreloj de ayer, pese a que ahora les separe más tiempo del liderato. Paradojas del ciclismo. El que mejor lo hizo fue Alberto Contador, 4º en la etapa a 49 segundos y ahora 5º en la general, a 47 de su compañero, que sigue considerándole el líder indiscutible de Astana. «Es el ganador del Tour y del Giro. Es el mejor corredor del mundo -recordó-. Y nos quedan por delante Andorra, el Angliru... Es el líder y trabajaré para él», afirmó Leipheimer sin atisbo de duda.
Diez segundos más que el madrileño necesitó Alejandro Valverde. El pupilo de Eusebio Unzue, ahora tercero en la general, había asegurado la víspera que no disputaría una contrarreloj «con un recorrido que no me iba nada», pero protagonizó unos primeros kilómetros espectaculares, lo que le permitió acabar entre los primeros pese al bajón de la recta final.
Menos altibajos tuvo Carlos Sastre, que acabó cediendo minuto y medio respecto a Leipheimer, casi el mismo tiempo que les separa ahora en la general. Una desventaja que da por buena con toda por la montaña por delante, aunque el vencedor del Tour es consciente de que su rival a batir no es precisamente el norteamericano, sino su líder.
La jornada, por otro lado, dejó más sorpresas. Sobre todo, la buena actuación de Sylvain Chavanel que, reacio a dar carpetazo a su mejor temporada, acabó la contrarreloj en segunda posición, la misma que ocupa ahora en la general. También la de Tom Boonen, 13º y pegado a Andreas Klöden y Steffan Schumacher que, tras el batacazo de la víspera, no pudieron entrar en el top ten.