La Ejecutiva del PSE celebró ayer su primera reunión tras la vacaciones de agosto y su secretario general, Patxi López, compareció ante la prensa para, por una parte, reiterar las descalificaciones contra el Ejecutivo de Ibarretxe en lo referido a la consulta y, por otra, demandarle un acuerdo en materia presupuestaria (la definición práctica de la política de un Gobierno para un año) como en los dos últimos ejercicios.

En este apartado, Patxi López señaló que su partido no sólo está dispuesto a negociarlos y a pactarlos, sino que «exige que haya presupuestos» por si «alguno tiene la intención de que no los haya». De esta forma, el PSE pretende conjurar la tentación de que el Gobierno de Lakua, a la vista del inminente final de la legislatura, opte por prorrogar el presupuesto del presente ejercicio.

«Que pongan un presupuesto encima de la mesa -exigió López-, porque no estamos dispuestos a que el país se paralice y a que se dejen de destinar los recursos públicos, cuando son más necesarios que nunca, a las políticas de infraestructuras, de vivienda, de protección social, de sanidad o de educación»

En cuanto a la posible búsqueda de apoyo en el PNV para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, aseguró que el PSE «siempre» ha sido partidario de que el Gobierno español negocie las cuentas con el PNV, porque «es importante la implicación de los nacionalistas en el Estado».

Tras estos llamamientos a la colaboración entre los dos partidos, López se vio en la necesidad de aclarar que su formación «mantiene su aspiración a gobernar este país y hacerlo con otras prioridades» que no sean las que calificó como «obsesiones nacionalistas».

Contrapartidas

También desde el tripartito -aunque todavía no oficialmente- se da por hecho que puede haber un acuerdo presupuestario con el PSE como en los dos ejercicios anteriores. Pero, también como entonces, el pacto sería la contrapartida al apoyo del PNV a las cuentas de José Luis Rodríguez Zapatero en Madrid. Las partidas y los números concretos no serían otra cosa que una forma de vestir un pacto que ha de producirse en las próximas semanas.

Además, ayer trascendió que la Diputación de Araba, gobernada por el PNV con la participación de EA y Aralar, aspira a reeditar su acuerdo presupuestario con el PSE, a quien consideran socio preferencial después del acuerdo alcanzado para este ejercicio. En contrapartida, cabe suponer que el Ayuntamiento de Gasteiz, gobernado por el PSE, buscará reeditar el pacto que mantiene con los jeltzales.

Suspicacias del PP

Todos estos movimientos son aprovechados por el PP para que Antonio Basagoiti acuse al PSOE de haber realizado «un cambio de cromos» con el PNV en el que se habrían repartido «España para el PSOE, y para Ibarretxe el conjunto del País Vasco», y añada que si el PSE respalda los presupuestos de la CAV «significa que comparte, de alguna manera, la forma de gobernar del lehendakari».

Esto le lleva a poner en duda que el PSE sea una alternativa al PNV tras las próximas autonómicas, porque asegura que con este «cambio de cromos» se atará también que «al final Ibarretxe, pase lo que pase en las elecciones de marzo de 2009, siga siendo lehendakari».