Fue una mera coincidencia, pero a Ricardo no le trajo suerte el que se comenzaran a poner en práctica los desayunos conjuntos de toda la plantilla en Tajonar. El portero madrileño sufrió una sobrecarga en el recto anterior de su cuádriceps derecho, lo que le obligó a retirarse de la sesión matutina.

El resto -con la ausencia de los siete internacionales y Tiago Gomes- entrenó con normalidad y dio la impresión de que el aporte de calorías les sentó bastante bien. Con esta medida, el club no sólo quiere fomentar la convivencia del grupo, sino también «controlar su alimentación, ya que el desayuno es una de las comidas más importantes del día», explicó Patxi Zipriain, jefe de los servicios médicos de Osasuna.

Esta ingesta matinal, que se realizará una hora antes del inicio del entrenamiento por aquello de facilitar la digestión, es de tipo buffet, en el que se incluyen alimentos como cereales, tostadas, embutidos, fruta, yogures y zumos.

Algunos jugadores, como Javier Flaño, dieron su aprobación a la iniciativa, «que es novedosa y bienvenida si sirve para mejorar el rendimiento», a la par que confirmó que no es un impedimento para ejercitarse «porque comemos dentro de lo que marca el equipo médico y no saltamos al campo de entrenamiento con el estómago lleno».

Noticia hasta el cierre definitivo del plazo para que se materializara alguna salida, el de Noain reconoció que «hubo algún interés» por parte del Racing para hacerse con sus servicios, «pero no llegó a concretarse», por lo que ahora «tengo la cabeza puesta en Osasuna».

Pese a la marcha de Izquierdo, el defensa es consciente de que la competencia con Azpilikueta por hacerse con el lateral derecho será muy dura, «pero si estuviera convencido de que no fuera a jugar, hubiera hecho lo posible para irme», manifestó. «Puedo tener un lugar en el equipo, lo he demostrado y estoy capacitado para ello. Me siento valorado y el entrenador confía en mí», amplió.

Por otro lado, el club recurrirá ante Apelación el partido que finalmente se le ha impuesto de sanción a su hermano, Miguel, tras la roja que vio ante el Villarreal. «La expulsión no fue justa, creo que como mucho tenía que haber sido una amarilla», opinó Javier.