COPA Anoeta celebró con ilusión una clasificación para la segunda ronda que rompe con la maldición que acompañaba al equipo en el torneo
Adelante con todo merecimiento
Tras un primer tiempo igualado, el gol de Marcos en el inicio del segundo permitió a la Real jugar su mejor fútbol ante un pobre rival
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La Real logró una victoria importante que no sólo permite romper con su maldición copera, sino que además sirve para cargarse de moral y llenar de dudas al Zaragoza ante el duelo del sábado en La Romareda. Lo primero es casi tan importante como lo segundo porque quedó claro que Anoeta quiere Copa.
El estadio registró una buena entrada y un mejor ambiente en una demostración de que esta competición tiene un encanto especial y de que los aficionados quieren ir con el bocata al campo y amortizar mejor su abono anual. Además la Real sigue viva en la Copa economizando al máximo las fuerzas de la plantilla y dando minutos a los que no jugaron el sábado.
A diferencia del encuentro inaugural, la Real ganó ayer con todo merecimiento ante un Zaragoza que demostró que en la Segunda no le vale con tener jugadores de mayor calidad técnica para ganar partidos. Hace falta adaptarse mentalmente a una categoría diferente, trabajar más y tener las ideas claras.
Mismo sistema, mejor resultado
Pese a la mala experiencia del primer partido, Lillo insistió con el 3-4-3, con cambios en defensa y adelante y los mismos centrocampistas. El Zaragoza no ha asumido aún que en Segunda hay que presionar mucho mejor y eso permitió que la forma de jugar no quedara tan en evidencia, aunque la Real tuvo problemas para llegar con el balón a las posiciones más avanzadas en el primer tiempo. Pese a ello dispuso de dos claras oportunidades, en un disparo de Marcos a gran pase de Sergio que fue a las manos de López Vallejo, que también repelió una falta muy bien rematada por Gerardo.
El Zaragoza, por contra, sólo dispuso una clara oportunidad en el primer tiempo en un remate de Ewerthon, que el debutante Zubikarai, muy seguro y tranquilo en todo el partido, desvió bien a saque de esquina.
La clave del encuentro estuvo en el gol de Marcos en el inicio del segundo tiempo. A partir de ahí, la Real completó sus mejores minutos y tuvo varias opciones de ampliar su ventaja, sobre todo en un remate en plancha de Estrada a centro desde la izquierda de Castillo en el minuto 63. A partir de ahí el encuentro entró en una fase equilibrada en la que el Zaragoza adelantó líneas y la Real se replegó sin que ese dominio territorial se tradujera en ninguna ocasión de gol salvo en un centrochut de Arizmendi.
El portero cumplió a un buen nivel en su primer partido oficial con la Real. Tuvo una intervención decisiva en los primeros minutos a remate de Ewerthon y, a partir de ahí, se mostró seguro y tranquilo y demostró que hay un buen recambio para Bravo.
Juanma Lillo pidió perdón al salir ante la prensa porque «no es una buena imagen. Es la primera expulsión de mi vida, no había visto ninguna tarjeta en 26 años y que tenga que ser con la Real me duele. Desde que Xabi hizo esa jugada a Paredes, temía por su integridad y faltan tres días para el próximo partido. Sólo porque un jugador es habilidoso, parece que molesta y me ha parecido un atentado contra este juego, al margen de contra Xabi Prieto».
Se mostraba contento porque ayer la victoria llegó con un mejor juego: «Me alegro de que se hayan unido las dos cosas, que es lo más lógico en el fútbol». También por el rendimiento de toda la plantilla y, de cara al nuevo duelo del sábado, señaló que «los partidos nunca se parecen, pero abogo por ganar porque te da un marco de seguridad frente al nuevo enfrentamiento, aunque no asegura nada. Ellos tendrán ansiedad por ganar y les perjudicará si se vuelve nociva contra ellos porque conozco La Romareda y no es un campo fácil. Pero en muchas situaciones de necesidad he visto al Zaragoza pasar por encima del rival. Tienen armas para ello».
El técnico del Zaragoza, Marcelino Toral, señaló ante el ambiente negativo que trasmitían sus periodistas que «perdimos y no jugamos bien, pero pido que la afición nos dé margen y apoyo, que es cuando más lo necesitamos. El principal error somos nosotros mismos, no la Real. Tenemos que analizar lo que hemos hecho bien o mal y esta tarde han sido más cosas mal que bien. El principal problema ha sido que a partir del minuto 25 y hasta el 60 no dimos tres pases seguidos. Así es imposible desbordar y vencer a un rival. No creo que nos haya dado un baño la Real, pero admito que han sido superiores».
ITURRIA