Brown no ve ya razones para impedir la transferencia a Belfast
Al DUP se le acaban las excusas para bloquear la transferencia de la Justicia y la Policía de Londres a Belfast. Así lo considera el primer ministro británico, Gordon Brown, después de la publicación del último informe de la Comisión de Verificación, que considera que el IRA no está operativo y ya no hay posibilidades de una vuelta atrás para la organización.
Soledad GALIANA |
Los medios irlandeses lo anunciaban ayer como el más breve pero importante de los informes publicados por la Comisión de Verificación en sus cuatro años de existencia. El foco de su indagación era, en esta ocasión y una vez más, el IRA, y, en particular, el nivel de actividad de su dirección armada, a la que considera «no operativa» ya.
La evaluación de la Comisión era una de las claves para forzar la resolución de la paralización política que ha vivido el norte de Irlanda desde el pasado mes de junio, a consecuencia de la confrontación entre Sinn Féin -que desea la transferencia de la Justicia y la Policía de Londres a Belfast, tal y como recoge el Acuerdo de San Andrews- y el DUP -que considera que la permanencia de cualquier estructura del IRA es excusa suficiente para paralizar el progreso político-.
La respuesta llegó ayer, clara y directa: en poco más de dos páginas del total de las veinte que conforman el informe, la Comisión ha echado por tierra los argumentos del DUP al afirmar que el Consejo Militar del IRA, el cuerpo que dirigía la campaña armada de la organización, ha perdido su función y por propia elección no tiene ya carácter «operativo ni funcional».
Traspaso
Las reacciones no se hicieron esperar, pero la más directa y de mayor peso político fue la del primer ministro británico, Gordon Brown, quien hizo un llamamiento a los políticos norirlandeses para que completaran los acuerdos alcanzados como parte del proceso de paz. «En los próximos días me esforzaré en asegurar que la transferencia de la Justicia y la Policía se llevan a cabo», manifestó Brown.
En la misma línea se posicionó el ministro irlandés de Justicia, Dermot Ahern, ya que el Gobierno de Dublín ha expresado en sucesivas ocasiones su apoyo a la transferencia de poderes de Londres a Belfast.
Sin embargo, el nuevo líder del DUP y primer ministro unionista norirlandés, Peter Robinson, se ha mostrado de acuerdo con la vieja tradición de ir planteando nuevas precondiciones cada vez que las anteriores se han cumplido.
Ahora que la Comisión de Verificación ha declarado que la dirección del IRA se mantiene como una estructura simbólica, para asegurar que las directrices de la organización armada de cara al desmantelamiento de la estructura militar son respetadas por sus militantes, Robinson exige confirmación la de que el Consejo Militar republicano no volverá a reunirse. «Aunque el hecho de que el IRA no está `en negocios' la comunidad unionista necesita ser convencida por los líderes republicanos de que el IRA no volverá nunca a estar activo», indicó el líder del DUP.
Estas declaraciones entra en contracción con las realizada por el UUP. Danny Kennedy, vice presidente de este partido, afirmó que el informe establece que el IRA ha abandonado sus actividades, pero que las razones que bloquean la transferencia de la Justicia desde Londres poco tienen que ver con esto y mucho con que el Ejecutivo de Belfast no está preparado para asumir esa responsabilidad.
Cuatro cuestiones
En el documento, los miembros de la Comisión de Verificación se plantean cuatro preguntas que responden a las instrucciones de los gobiernos de Londres y Dublín. A la cuestión de si el IRA ha tomado una vía exclusivamente política, la Comisión responde que no hay dudas de ello y que, de hecho, la dirección de la organización ha impulsado esa cuestión no sólo con palabras, sino con hechos. «La estrategia es clara y firme», apunta el informe. «Un número significativo de miembros del IRA, incluyendo a aquellos que ocupaban puestos de responsabilidad, ha asumido papeles políticos dentro de Sinn Féin. Otros han elegido trabajos comunitarios o han abandonado totalmente el activismo. Sus integrantes han aprobado esta estrategia y no podemos ver ningún argumento para que se dé una marcha atrás».
Para los unionistas, una de las claves es, de nuevo, la evaluación de si el IRA ha desmantelado sus estructuras y capacidad militar. Una vez más, la respuesta de la Comisión es positiva, al apuntar que «los departamentos militares han dejado de funcionar y han sido desmantelados» y que «el IRA no está reclutando o entrenando a nuevos miembros».
También afirma que la organización no está involucrada en actividades ilegales y que tanto el IRA como Sinn Féin han cumplido con su compromiso de apoyo al cuerpo policial, los que fue refrendado por los republicanos en una asamblea extraordinaria en enero del 2007.
«Ya se ha concluido definitivamente con el tema del IRA. Ahora tenemos que trabajar para que este Gobierno funcione y proveer soluciones para temas básicos que preocupan a los ciudadanos», afirmó Gerry Adams, presidente de Sinn Féin.