CRÓNICA Discriminación de género
Una batalla que también se libra desde las organizaciones sindicales
Delegadas de las organizaciones sindicales lab, esk, stee-eilas, satse, ccoo y ugt participaron ayer en un encuentro en donostia, dentro de los xxvii cursos de verano de la upv. constataron que existe una discriminación por género y, como representantes de los trabajadores y trabajadoras, formularon distintas propuestas de solución.
Imanol CARRILLO
Bajo el título «El papel de las organizaciones sindicales y los comités de empresa ante la discriminación por razón de sexo», todas las representantes participantes en la mesas redonda mostraron su preocupada postura ante la discriminación por género que se da hoy en día en el ámbito laboral.
A lo largo de las intervenciones todas las delegadas constataron que se sigue dando este problema social pese a normativas como la Ley de Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres para eliminar la discriminación por razón de sexo y avanzar en la igualdad de oportunidades entre los dos géneros,
Según Felisa Piedra, secretaria de igualdad de CCOO, llevar esta cuestión a la negociación colectiva «es un compromiso difícil de llevar a cabo en la CAV, donde la división sindical que viene produciéndose desde el año 2000 ha situado a la negociación colectiva en uno de los peores momentos de su historia». Aseguró que «ha debilitado al movimiento sindical, dejando vía libre a la patronal para imponer de forma unilateral las condiciones de trabajo, erigiéndose en juez y parte de la negociación colectiva».
Subrayó la importancia de las iniciativas para avanzar en derechos, garantizar los derechos de igualdad de trato y oportunidades, y de impulsar la inclusión de medidas y planes de igualdad.
Pilar Collantes, secretaria de acción sindical de UGT, afirmó que «la negociación colectiva es un instrumento que se utiliza hace varios años en muchos estados miembros de la Unión Europea». Del mismo modo, recalcó que, «es un instrumento eficaz para la consecución de la igualdad efectiva entre sexos, tanto mediante la mayor presencia y participación de las mujeres en las mesas de negociación, como a través de la introducción de cláusulas que amplíen o mejoren la ley 3/2007».
Autoevaluaciones
Isabel Castro, de ESK, realizó una autoevaluación de su organización afirmando que la responsabilidad de llevar los cambios a las empresas corresponde a los propios sindicatos.
Consideró, además, que la normativa en vigor sobre esta materia contiene varias carencias: «La ley de Seguridad Laboral y Prevención de Riesgos Laborales exige que haya personas expertas en el cargo, pero en la de Igualdad se dice que es la voluntariedad de la empresa».
LAB, por su parte, apuesta por un nuevo modelo sindical, según afirmó Zaloa Ibeas de la Cruz, secretaria nacional del Área de la Mujer. Los dos instrumentos para hacer frente a la desigualdad creados por el sindicato son la secretaría de la mujer y el plan estratégico de igualdad de oportunidades. Todo ello, «porque en LAB se da la discriminación de género», reconoció la delegada de la organización sindical.
Respecto a un futuro próximo, Ibeas de la Cruz informó que tres serán los objetivos de LAB: evaluar el plan vigente en el sindicato, elaborar un nuevo marco de trabajo y afianzar o apuntalar los cambios producidos.
Amaia Zubieta, en representación de STEE-EILAS, explicó que el sindicato sectorial de Enseñanza cuenta mayoritariamente con una afiliación femenina. No obstante, «existe la desconfianza por parte de la administración a que las mujeres ocupen cargos importantes», recalcó Zubieta.
Para el sindicato de Enfermería SATSE, las mujeres trabajadoras en el ámbito de la enfermería son víctimas de una doble discriminación: la positiva y la negativa, según indicó Loreto Moreno.
En el primero de los casos, a SATSE le preocupa que sean siempre mujeres las enfermeras en salas de hospitalización, con régimen de trabajo a turnos, de las que se espera cumplan con su abnegado papel de mujer cuidadora.
La discriminación negativa, según SATSE, se produce al reservar a los hombres enfermeros otros roles y otros puestos de trabajo.
La mesa redonda concitó el interés de un numeroso público y debido al retraso en el inicio del encuentro quedaron en el aire dos preguntas en el aire: la que hacía referencia a la situación de las empleadas del hogar y la que planteaba en qué medida pueden verse afectados los puestos de trabajo, en lo que al género se refiere, por la crisis económica.