El excelente inicio de la temporada protagonizado por el Eibar ha ilusionado a su afición, aunque el entrenador del equipo armero, Carlos Pouso, ha sido el primero en frenar la euforia con declaraciones de cautela, puesto que la temporada «es muy larga» y «no hay que sacar pecho».

El renovado equipo guipuzcoano mostró en su estreno en Ipurua ante el Tenerife (3-2) que no ha tardado en adquirir el sello del ex técnico del Sestao, porque además de esmerarse en la presión se hizo con buenos futbolistas que tienen hambre de triunfo y en apenas dos jornadas se ha encaramado al segundo puesto de la clasificación.

«¿No me vais a empezar a hablar ya de ascenso, verdad?», espetó a los periodistas nada más vencer al cuadro canario, contrario a cualquier atisbo de triunfalismo, toda vez que de momento tan sólo han dado «dos pasitos» y será necesario «tener todos los pies en el suelo».

Pouso aseguró que tiene plena confianza en sus discípulos y no ocultó que en estos momentos se siente «plenamente satisfecho», pero que no es bueno que se generen altas expectativas en torno al equipo con sólo dos jornadas disputadas.