La Rosaleda, cita para evitar que las alarmas salten antes de tiempo
Beñat ZARRABEITIA
Estamos en una semana para sumar. No sólo en el apartado clasificatorio, sino también en lo que respecta al apoyo al equipo. A unos jugadores que conforman la plantilla más comprometida de Primera y que han vivido un verano muy complicado. Viajes caóticos, decisiones técnicas difíciles de entender y una inadecuada definición del presidente subrayando la importancia de unos futbolistas sobre otros.
Ellos, con el apoyo de la afición, van a ser quienes saquen la nave del Athletic adelante. Han vivido con contrariedad el traspaso de Aduriz, uno de los mejores futbolistas que tenía el equipo, y han echado en falta un mayor trabajo táctico y estratégico. Pero, ya no se puede volver atrás, el tiempo pasa, la derrota ante el Almería ha de olvidarse y un complicado calendario obliga a acumular puntos.
El Málaga es un conjunto destinado a sufrir, como recién ascendido que es, pero si el Athletic no quiere acompañarle en dicha penitencia ha de ganar en La Rosaleda. Sabiendo quienes son los responsables de la zozobra, presidente y técnico, la semana ha de ser tranquila. El arrope no debe obviar la crítica, pero el objetivo común ha de ser que los puntos del domingo no se escapen, de lo contrario saltarán las alarmas. Demasiado pronto para cosa buena.