Cinco meses después de que el barco Playa de Bakio fuera secuestrado por piratas somalíes, el atunero bermeano Playa de Anzoras, también del armador Pevasa, logró escapar de un abordaje protagonizado por al menos tres lanchas rápidas a 325 millas de la costa de Somalia, en aguas internacionales, sobre las 17.30 horas (hora de Euskal Herria) de ayer.

La rápida respuesta del atunero, que empezó a navegar con celeridad, le permitió escapar ayudado por la oscuridad, ya que era de noche. Dos horas después, se encontraba a salvo a 370 millas de la costa somalí.

«El atunero estaba siendo perseguido por cuatro lanchas rápidas, que tienen mucho motor y mucha velocidad punta, pero poca autonomía, así que si no alcanzan en poco tiempo al atunero, que tiene una velocidad menor pero constante, lo tienen que abandonar. Además, al ser de noche, han podido escapar», indicaron a Europa Press tripulantes de otro atunero cercano. Explicaron que fue el Playa de Anzoras quien informó al resto de barcos que faenan por la zona, quienes a su vez alertaron a las amarradas en las Seychelles.

En la zona del Océano Indico, donde se produjo el incidente, faenan actualmente entre 25 y 30 atuneros. «Hasta hace cuatro días, los barcos estaban bastante juntos, situándose unos ocho barcos en un radio de 48 millas, estaban bastante concentrados, pero ahora habrá habido una desbandada general», indicaron.

Lakua denunció que los ataques son cada vez más numerosos y pidió que se apliquen las fórmulas aprobadas para combatir estas situaciones.

El diputado del PNV Josu Erkoreka, que planteó una pregunta en el Congreso sobre seguridad de los barcos, dijo que «el Gobierno no se toma en serio» la cuestión.