Desde que la Junta presidida por Fernando Lamikiz decidió traspasar a Asier Del Horno al Chelsea a cambio de 12 millones de euros en el verano de 2005, el lateral izquierdo del Athletic vive en una inestabilidad casi constante. La pasada campaña, el debate pareció tener visos de acabar, ya que a pesar del retorno del de Meatzeta, fue Koikili Lertxundi quien se hizo con el puesto y cumplió más que sobradamente durante las 27 jornadas en las que actuó. El de Otxandio se ganó el puesto con su rendimiento y su particular historia -procedente de Segunda B, licenciado en Historia y con una consultoría en Gasteiz- le convirtió en un referente para buena parte de la afición.

El tercero en discordia fue Javi Casas. El sopeloztarra se quedó sin ficha a apenas unas horas de que se terminase el plazo de fichajes y no pudo disputar un sólo minuto de Liga. Permaneció en la disciplina rojiblanca y al confirmarse la marcha de Del Horno volvió a convertirse en la segunda opción para el lateral zurdo. El gallartino, que fue titular en un buen número de encuentros de la segunda vuelta, retornó al Valencia una vez que el Athletic decidió no hacer efectiva la opción de compra que tenía sobre su persona.

Una vez concluida la temporada, el cuerpo técnico desechó la posibilidad de contratar a Javi Garrido y desde el club se estimó que el precio de Natxo Monreal era demasiado elevado. Así, los tiros en cuanto a la incorporación de un nuevo lateral se centraron en futbolistas con más potencial que posibilidades inmediatas. El primer nombre en salir fue el de Yuri Berchiche. Un jugador que no salió de la mejor manera de Lezama y cuyas posibilidades de saltar a la primera plantilla del Tottenham se han visto sumamente mermadas tras los fichajes de los galeses -también muy jóvenes- Gareth Bale y Chris Gunter.

Caparrós comenzó la pretemporada con dos laterales zurdos, Koikili y Casas. En un principio, nada hacia presagiar lo que ha sucedido después. Durante el verano, sorprendentemente, perdió la confianza en el de Otxandio y fue Casas quien más minutos dispuso, aunque también llegó a probar a Gurpegi.

El de Sopela fue titular en la primera jornada -Koikili se quedó fuera de la lista y entró a última hora por la lesión de Amorebieta- y tuvo una actuación desafortunada en el segundo gol. Parte de San Mamés la tomó con él de una manera desproporcionada y su continuidad en el once se antoja más que complicada. Sobre todo, cuando unas horas antes se anunció la contratación de Mikel Balenziaga, procedente del Sanse.

Para Málaga, la duda está en conocer si Caparrós apostará por la lógica, que no es otra que la titularidad de Koikili, o prefiere dar un golpe de efecto haciendo debutar a Balenziaga.