Cuatro muertos y crisis diplomática en otra jornada de violencia en Bolivia
La tensa situación en Bolivia, que desencadenó una crisis diplomática con EEUU tras la expulsión de su embajador, se agravó ayer con la muerte de al menos cuatro personas como consecuencia de los duros enfrentamientos entre paramilitares dirigidos por la Prefectura de Pando y campesinos afines al Gobierno de Evo Morales que se movilizaron para «defender la democracia y evitar el golpe de Estado».GARA |
Un ataque armado contra campesinos e indígenas cerca de la ciudad amazónica de Cobija, en el departamento de Pando, por parte de paramilitares y «vándalos» dirigidos por la Prefectura (Gobernación) y líderes cívicos opositores del denominado Consejo Nacional Democrático (Conalde), se saldó con la muerte de al menos cuatro personas, una veintena de heridos de bala y un número indeterminado de desaparecidos, informó la Agencia Boliviana de Información.
Las primeras víctimas mortales de esta nueva ola de violencia promovida por la oposición al Gobierno coincidió con la crisis diplomática entre Bolivia y EEUU después de que el presidente Evo Morales decidiera expulsar al embajador estadounidense, Philip Goldberg, a quien declaró «persona no grata» por «conspirar para buscar la división de Bolivia».
Morales, que acusó a la embajada de EEUU de financiar y promover acciones opositoras y de estar «detrás» de los intentos de tomar instituciones públicas en los departamentos de la «media luna», aseguró que Goldberg es «un experto en dirigir conflictos separatistas», en referencia a su relación con la «guerra separatista de los Balcanes» y con la independencia de Kosovo. Subrayó que «está en juego la democracia», al tiempo que afirmó que es obligación del Gobierno y del pueblo defender la unidad del país.
El Ejecutivo había llamado la atención reiteradamente al embajador para que «fuera más prudente en sus relaciones con políticos opositores al Gobierno de Morales», ya que los diplomáticos no deben inmiscuirse en asuntos políticos internos. Pese a la advertencia, Goldberg siguió actuando de la misma forma hasta unos días antes del último estallido de violencia.
Bolivia manifestó que su expulsión no tenía por qué afectar a sus relaciones con EEUU, aunque Washington consideró un «grave error» la expulsión de su embajador, quien calificó de «inexplicable» la decisión, y afirmó que está revisando sus relaciones con el país andino.
Situación «incontrolable»
En relación a los incidentes de ayer, el viceministro de Gobierno boliviano, Rubén Gamarra, señaló que los cuatro fallecidos son un ingeniero de la Prefectura de Pando, dos campesinos -uno apaleado- y un concejal de la localidad de Porvenir. El gobernador de Pando, el opositor Leopoldo Fernández, admitió en declaraciones al canal ATB que la situación es «incontrolable».
La representante presidencial en Pando, Nancy Texeira, explicó que grupos de choque de la Prefectura bloquearon caminos, montaron barricadas y emboscaron con armas a los campesinos, lo que obligó a éstos a defenderse. Un líder campesino indicó que salieron a «defender la democracia y evitar el golpe de Estado cívico-prefectual que comenzó el martes» con la toma violenta de entidades públicas y los ataques, repetidos ayer, contra instalaciones petroleras.
La ola de violencia provocada por la oposición, que afectó por tercer día consecutivo a Bolivia, se trasladó ayer a Pando, pero también se registraron enfrentamientos y decenas de heridos en Santa Cruz y Tarija.
Evo Morales reiteró que su Gobierno defenderá la democracia y la unidad nacional y no responderá con violencia a las provocaciones, pero advirtió de que «la paciencia tiene límites».
Evo Morales expulsó al embajador estadounidense, Philip Goldberg, al que acusa de «dirigir conflictos separatistas» y de «conspirar y buscar la división de Bolivia». Washington calificó de «grave error» la decisión y dijo que está revisando sus relaciones.
Hugo Chávez dijo ayer que si «derrocaran» o «mataran» a Morales le estarían «dando luz verde para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia» para restituir el poder popular. «Si tuviéramos que crear un Vietnam, dos Vietnam o tres Vietnam, aquí estamos dispuestos», aseguró.
El canal estatal Venezolana de Televisión reveló el miércoles por la noche una grabación secreta en la que se evidencia un plan de golpe de Estado contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. El canciller venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que el Gobierno de EEUU está «detrás» del complot, mientras que Chávez, que informó de varias detenciones, ordenó el inicio de una investigación al ministro de Defensa, Gustavo Rangel. «Si lanzan un golpe, el contragolpe sería demoledor, un contragolpe revolucionario», aseguró.
El video desvela un plan de golpe de Estado y magnicidio contra el mandatario venezolano, planeado por militares retirados y en activo sin mando de tropa en las Fuerzas Armadas. En la grabación se escuchan conversaciones telefónicas en las que los involucrados en la conspiración militar hablan de tomar el Palacio de Miraflores y las cadenas de televisión, y de dirigir, como objetivo principal, todos los esfuerzos hacia donde esté «el señor», en referencia a Hugo Chávez, mencionando la posibilidad de volar el avión presidencial o de capturarlo en el aire, aunque apuestan por atacar Miraflores. Aseguran contar con comandantes, coroneles y pilotos dispuestos a seguir instrucciones.