Chile aprendió de la amarga experiencia del golpe militar de Augusto Pinochet y no repetirá la historia, afirmaron ayer compañeros y seguidores de Salvador Allende en los actos de homenaje al presidente derrocado y muerto hace 35 años.

Autoridades, dirigentes políticos y activistas de derechos humanos destacaron que en las dos últimas décadas Chile «ha recuperado y consolidado la democracia», aunque lamentaron que todavía no hayan sido castigados todos los responsables de los crímenes de la dictadura (1973-1990).

La presidenta Michelle Bachelet al inaugurar el Salón Blanco de La Moneda, que recrea el lugar donde Allende pronunció su ultimo discurso por radio poco antes de morir, lugar que fue bombardeado por los golpistas.

Los actos en memoria de Salvador Allende, de cuyo nacimiento se cumplen 100 años, comenzaron con un homenaje del Partido Socialista a los miembros de la guardia personal de Allende (GAP) que el 11 de septiembre de 1973 fueron detenidos, ejecutados y desaparecidos por los militares.

Los supervivientes de la GAP descubrieron, por primera vez en 35 años ya que no habían sido autorizados antes, una placa de bronce en el muro de la Intendencia, frente a La Moneda, con los nombres de sus compañeros.

El Partido Comunista y la Agrupación de Detenidos Desaparecidos congregaron a 3.000 personas frente al número 80 de la calle Morandé, donde estaba la puerta que utilizaba Allende para entrar en La Moneda y que permaneció tapiada durante la dictadura. El líder comunista, Guillermo Teillier, indicó que se acercan los días en que los proyectos de Allende. «Su figura se agiganta porque sus ideas son de futuro, no del pasado», señaló Teillier, quien se mostró satisfecho por que las autoridades hayan autorizado que la manifestación del domingo pase por la emblemática entrada lateral de La Moneda y luego se dirija al Cementerio General.