Condenan a Bridgestone por falta de prevención frente al amianto
La empresa Bridgestone Hispania (Firestone) de Basauri ha sido condenada a indemnizar con 75.681 euros a la familia de un ex trabajador que falleció a consecuencia del contacto con el amianto por la falta de medidas de prevención y de controles médicos. El fallo estima suficiente para la condena la falta de reconocimientos médicos obligatorios al trabajador durante más de veinte años.
GARA |
El pasado 30 de julio el juzgado de lo social número 4 de Bilbo condenó a la empresa Bridgestone Hispania (Firestone) a abonar a la familia de un trabajador una indemnización de 75.681 euros más los intereses correspondientes por la falta de medidas de seguridad relacionadas con la existencia de amianto en sus instalaciones.
El trabajador Julián Manuel Zuagazua Sáez de Nanclares falleció el 22 de agosto de 2007 a consecuencia de asbestosis provocada por el contacto con amianto. Había estado empleado en la fábrica de Basauri entre 1958 y 1991 y salió de la empresa por un expediente de regulación de empleo.
En noviembre de 2006 le fue diagnosticado mesotelioma maligno pleural y en julio pasado, la Seguridad Social le concedió la incapacidad permanente absoluta.
La sentencia señala que la empresa usó amianto como aislante térmico exterior de las tuberías de vapor, que discurrían sobre las cabezas de los trabajadores y por el techo del pabellón, y descendían hasta las máquinas usadas en el proceso productivo. Aunque el amianto estaba a su vez aislado, durante las labores de montaje o arreglo de las tuberías se accedía a ellas apartando o rompiendo el amianto «sin adoptarse medidas específicas de protección de los trabajadores que las acometían ni de los circundantes».
Las tuberías que descendían a las máquinas, en cambio, estaban recubiertas de un cordón de amianto sin aislamiento. «En algunas ocasiones se apreciaba por los trabajadores que había partículas en suspension, produciendo un efecto lumínico que llamaba su atención».
Las placas de amianto fueron desmontadas entre 2004 y 2007. Asimismo, el fallo indica que Julián Manuel Zugazua no fue objeto de reconocimientos médicos según establece la normati- va relativa al amianto y que la empresa no llevó cabo medición de la concentración ambiental de polvo de asbesto.
En el juicio, la empresa alegó que el cáncer que padeció el trabajador «no tuvo por único origen la exposición al amianto» y aseguró que el amianto no era utilizado en el proceso productivo y que el existente en las tuberías «se encontraba aislado».
El fallo estima ya suficiente para la condena la falta de reconocimientos médicos obligatorios al trabajador durante más de veinte años.
En cuanto a la falta de mediciones, sostiene que «impidió que se adoptaran el resto de medidas preventivas vinculadas a la detección de alta concentración de partículas de amianto, tales como uso de mascarillas, limpieza de las instalaciones, deber informativo, señalización, ropa de trabajo y condiciones de vestuario.
La familia del ex trabajador de Bridgestone fallecido, además de denunciar públicamente el caso, reclama «una investigación sobre los lugares en que existía amianto en la empresa de forma pormenorizada y concreta» en la que destaca la necesidad de la colaboración del comité y los trabajadores para indicar las zonas y lugares con amianto.
También recomienda que los trabajadores que han trabajado en instalaciones donde existía amianto pongan ese hecho en conocimiento de los servicios médicos, «lo que facilita la labor de los médicos a fin de detectar enfermedades producidas por el amianto». GARA