La galería de arte Arteko (Iparragirre, 4, Donostia) acogerá hasta el próximo 31 de octubre una muestra que reúne la obra de dos artistas: el argelino Bernard Pourrière y el bergarés Joxan Iza.

Pourrière (1961) presenta un conjunto de instalaciones sonoras y de vídeos. Es la primera vez que este artista, que vive y trabaja en Gardanne (Estado francés), exhibe su obra en la capital guipuzcoana. Sus piezas se componen de aparatos tecnológicos, como altavoces, lectores de cd, cables, ordenadores, cámaras y sensores, pero se conjuntan con elementos más evocadores, como el ritmo de la respiración, latidos del corazón y cantos de pájaro. Con esto, «el artista pretende cuestionar el lugar del ser humano en un mundo en constante transformación y en el que surgen cada vez más mundos virtuales», según apunta Cristina de la Fuente, directora de la galería Arteko. La obra de Pourrière, asimismo, «refleja una habilidad de fría admiración con cierta ironía de los métodos y las herramientas de las tecno-ciencias».

Así, en Arteko se pueden ver tres instalaciones sonoras, una serie de fotografías y unos vídeos de Pourrière, quien hasta el próximo día 21 presenta una exposición en el Museo Bonnat de Baiona.

Una década en París

Joxan Iza (1961), por su parte, ha traído a Donostia una decena de pinturas de mediano y gran formato, realizadas con técnicas mixtas, acrílico, óleo y collage. Todas ellas han sido realizadas en el último año, aunque son el resultado de su experiencia vivida durante una década en París, donde consolidó su formación artística.

En su exposición, titulada «Eraikuntz-Construcciones», Iza pone su mirada en el extrarradio, en los barrios periféricos de la capital francesa. Nacido en Bergara y residente en Oñati, este artista compara el proceso de creación de sus cuadros con el que utilizan los bertsolaris. «Iza trabaja las imágenes en su mente y aplica niveles de improvisación en torno a ellas», explica De la Fuente.

El propio Joxan Iza reflexiona sobre este proceso. «Siento los cuadros como laberintos, me adentro en ellos, me muevo dentro de ellos enfrentándome a una experiencia antes no vivida. Cuando vuelvo al exterior, no soy el mismo», afirma.