Los concejales de ANV en Tafalla han dado la voz de alarma sobre las obras del Canal de Navarra en la zona, ya que aseguran que se está incurriendo en ilegalidades como la destrucción de un yacimiento arquológico y de un bosque, «todo ello con el silencio y la complicidad del propio Ayuntamiento».

El litigio se sitúa en el término de La Lobera, al salir del túnel del Canal que viene de Artajona. Antes que nada, apuntan que «se trata de obras innecesarias, que no estaban previstas en el proyecto de obra inicial y que se hacen únicamente para ahorrar dinero a las empresas».

Entrando en detalles, los ediles de la izquierda abertzale explican que las constructoras solicitaron permiso hace dos meses para construir un camino paralelo a la carretera que diera servicio a los camiones de la obra. «En primera instancia conseguimos que el Ayuntamiento desestimara esta propuesta porque suponía talar un montón de árboles de gran porte», indican. Pero añaden que el Consistorio decidió «favorecer los intereses de la empresa y buscar un nuevo trazado alternativo que supusiera un menor impacto medioambiental que el inicialmente propuesto. El tema todavía estaba en estudio cuando nos encontramos con que, sin contar con ningún tipo de permiso, iniciaron las obras haciendo excavaciones de hasta 1,5 metros de profundidad y 15 metros de ancho en terrenos tanto comunales como particulares para construir el camino, llevándose por delante toda la vegetación existente y, lo que es más importante, afectando gravemente a un yacimiento arqueológico conocido en catálogo como `La Lobera II'».

18 árboles arrancados

En segundo lugar, los concejales acusan a la empresa de haber optado por una solución más barata para dar estabilidad a una ladera a la salida del citado túnel. Tras descartar la opción de sujetarla con bulones de hierro y hormigón, ha optado por «cargarse el cerro llevándose por delante un espléndido bosque mediterráneo con árboles de gran porte y más de un siglo de antigüedad».

De este modo, los ediles independentistas apuntan que UPN, PSN e IT han permitido una actuación que ha provocado que se arrancen 18 grandes árboles «que están apilados en algún lugar a la espera de que el Ayuntamiento les diga dónde los pone». Vaticinan que «estarán muertos aunque se trasplanten» y acusan al Consistorio, en resumen, de «bajarse los pantalones ante los intereses de las empresas», más aún en un obra como la del Canal de Navarra.