Las autoridades mexicanas descubrieron ayer los cadáveres de 24 personas de entre 20 y 35 años en La Marquesa, un tupido bosque de pinos a pocos kilómetros al oeste de la capital mexicana, todos con las manos y los pies atados, los ojos vendados, señales de haber sido torturados y con un tiro de gracia en la cabeza. Los cuerpos fueron hallados en el municipio de Ocoyoacac, en un paraje conocido como La Loma. Según el procurador general del Estado de México, Alberto Bazbaz, las primeras investigaciones apuntan a un enfrentamiento entre bandas criminales. Este año se han producido ya más de 3.100 muertes relacionadas con el crimen organizado.