Gates despide en Bagdad al general Petraeus, destinado a Afganist�n
El jefe del Pent�gono, Robert Gates, viaj� ayer por sorpresa a Bagdad para asistir al relevo como m�ximo jefe de la ocupaci�n del general David Petraeus, quien ser� sustituido por su hasta ahora segundo, el general Raymond Odierno. Petraeus, considerado el art�fice de los �progresos� de EEUU en Irak, recibir� el encargo de una nueva y complicada misi�n: frenar la deriva ocupante en Afganist�n.
GARA |
El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, lleg� ayer en visita sorpresa a Bagdad en v�speras del relevo del actual m�ximo jefe ocupante en Irak.
�Estamos claramente en un momento de transici�n�, declar� Gates a los periodistas empotrados en el avi�n que le llev� a Bagdad, en referencia a este relevo y al hecho de que EEUU prepara la cesi�n del control de dos nuevas provincias -y van trece- al Gobierno t�tere iraqu�.
Sin embargo, poco despu�s de desembarcar, al menos doce personas mor�an y 32 resultaban heridas en la explosi�n de dos coches-bomba frente a un tribunal en el centro de Bagdad.
Gates ten�a previsto reunirse con el primer ministro iraqu�, Nuri al-Maliki, para discutir sobre la futura presencia estadounidense en Irak en 2009. Antes se entrevist� con el n�mero dos del mando ocupante, el general Lloyd Austin, y con el jefe de las milicias sunitas tribales alineadas contra Al Qaeda.
El jefe del Pent�gono asistir� hoy a la asunci�n por parte del general Raymond Odierno del cargo de m�ximo jefe militar de la ocupaci�n, cargo detentado hasta ahora por el geneal David Petraeus.
Detenci�n de Saddam Hussein
Recientemente nombrado jefe del Estado mayor adjunto del Ej�rcito de Tierra, Odierno es considerado el art�fice de la detenci�n de Saddam Hussein a finales de 2003.
Oficial de un batall�n de artiller�a en Arabia Saud� durante la anterior Guerra del Golfo y subcomandante de una fuerza de intervenci�n en Albania durante los bombardeos en los Balcanes en 1999, Odierno, hasta ahora mano derecha de Petraeus en Irak, fue quien propuso por primera vez, en diciembre de 2006 a un por aquel entonces reticente Pent�gono, el env�o de 30.000 refuerzos ocupantes.
Aunque fue el general Petraeus el que supervis� esta estrategia y se llev�, a la postre, todos los parabienes, fue Odierno quien supervis� sobre el terreno la campa�a contra la resistencia en la capital, tanto contra la insurgencia sunita como contra la milicia chi�ta anti-ocupaci�n.
Conocido por su brutalidad contra los civiles, sus m�todos -redadas masivas y sitio contra las poblaciones- le han hecho tristemente famoso.
Odierno es contrario a la reducci�n de tropas en Irak, incluso al t�mido plan de la Casa Blanca de retirar a 8.000 soldados (de un total de 146.000) para destinarlos a Afganist�n.
�Misi�n imposible�
En su �labor�, Odierno contar� con el sost�n de su antecesor, el general Petraeus, que asumir� el cargo de jefe del mando central para todas las operaciones en Oriente Medio y en Afganist�n. Todo son ahora alabanzas a Petraeus. �Yo creo que ha jugado un papel hist�rico. Es sin duda el h�roe del momento�, se�al� ayer Gates.
La misi�n a �l encomendada est�, sin duda, a la altura de la heroicidad que le atribuyen. Y es que deber� seguir supervisando el frente iraqu� mientras trata de darle la vuelta a la cr�tica situaci�n b�lica ocupante en Afganist�n, sin olvidar el flanco paquistan� y la renovada posici�n de Ir�n en la regi�n. Hijo de un inmigrante holand�s y originario de Nueva York, este paracaidista es titular de un doctorado en relaciones internacionales por la prestigiosa universidad de Princeton. De ah� el apodo de �intelectual soldado� con el que se le conoce.
�Incre�blemente inteligente� para algunos y �arrogante� para casi todos, Petraeus es considerado el art�fice de los �progresos� de EEUU en Irak y su manual de contra-insurgencia es un compendio de los �errores� que, a su juicio, el Ej�rcito estadounidense cometi� en la llamada guerra de Vietnam.
La inquietud crece entre los milicianos tribales sunitas, que temen convertirse en parias cuando vayan a quedar bajo el control del Gobierno chi� de Bagdad mientras siguen siendo objetivo de los grupos relacionados con Al Qaeda.
En Baquba, Abdallah al-Samarrai, implora por un puesto en la Polic�a o en el Ej�rcito iraqu�. �He rellenado decenas de peticiones de empleo pero sin resultado�, denuncia este miliciano, uno de los 100.000 miembros de los grupos Sahwa (Despertar). Antes de la creaci�n de estas milicias locales, muchos de sus miembros lucharon contra el Ej�rcito estadounidense y sus aliados chi�es.
En setiembre de 2006, hartos de los atentados indiscriminados de Al Qaeda, se alinearon con el Ej�rcito ocupante a cambio de un salario mensual de 300 euros.
Tras haber sido convenientemente utilizados, temen ahora quedar a merced de Al Qaeda. �Al Qaeda me persigue y si nada cambia, tendr� que huir de la provincia�, asegura Abdallah. Su jefe, Ala Hamud Sultan al-Nidawi, denuncia que el Gobierno de Bagdad ha comenzado a cerrar oficinas de Sahwa tanto en Baquba como en el resto de la provincia de Diyala.
Los milicianos asisten temerosos a la detenci�n de sus l�deres por las fuerzas regulares iraqu�es, lo que el Gobierno desmiente, asegurando que s�lo detiene a los que tienen �antecedentes criminales�. Mahmud Othman, diputado kurdo, confirma que el Gobierno chi�ta ve a estos milicianos como �enemigos a castigar�.
Un responsable del Gobierno confirma que no dar�n trabajo a los milicianos y advierte del riesgo de que vuelvan a la lucha armada.
En su despedida, el general Petraeus advirti� de que Irak no estar�a libre de un posible �resurgir� de al Qaeda y de que fisuras pol�ticas podr�an llevar al traste los �progresos� realizados.