Empate en Mallorca
Un gol que no sólo salvó un punto para el equipo navarro
Javier Portillo confía en que su gol en el Ono Estadi suponga el inicio de una nueva etapa como rojillo, tras su mala experiencia en la pasada temporada.
Amaia U. LASAGABASTER | IRUÑEA
Si los equipos, el fútbol en general, viven de los goles, qué decir de los delanteros. Su misión en el campo es perforar la portería contraria y, aunque a veces suplen una menor puntería con otras aportaciones, nadie duda de que su rendimiento siempre acaba midiéndose en dianas.
Y, en ese sentido, el de Javi Portillo en Osasuna no puede considerarse bueno. El propio jugador es el primero en reconocer que las cosas no le han salido bien hasta el momento y, por eso mismo, confía en que el gol que anotó el domingo en el Ono Estadi suponga algo más que el haber salvado un punto para el equipo.
«Llevaba mucho tiempo esperando este momento -confesó ayer el delantero-. Ha sido uno de los días más felices para mí desde que estoy en Iruñea». Y es que no han sido demasiados. Fichado el pasado verano y, tras realizar una gran pretemporada, una vez iniciada la competición oficial se le acabó la pólvora, lo que incluso le llevó a perder su sitio en el equipo. 18 partidos, sólo nueve como titular, y dos goles -curiosamente uno de ellos también en Mallorca- fueron los números totales del madrileño.
Las cosas no parecieron mejorar con la nueva temporada. José Angel Ziganda no le convocó para el primer partido. «Ha sido duro -admite- soy un jugador que le doy muchas vueltas a las cosas y el día de Villareal fue un palo. Aunque creo que a base de palos y malos momentos, también aprendes. Y eres consciente de que tienes que seguir trabajando para que llegue la oportunidad». Ésta llegó sólo una semana después y Portillo no la desaprovechó. «Creo que con el trabajo llegan los frutos y ayer me tocó recogerlos. Siempre intento darlo todo y ayer estaba muy concentrado desde la mañana, me sentí cómodo en el campo y al final llegó la guinda del gol. Pero no me conformo con lo que sucedió ayer y espero disfrutar de más minutos, más partidos y más goles», afirmó.
Cifras que espera ir acumulando como jugador rojillo porque «sólo» piensa «en ser jugador de Osasuna durante muchos años. Quiero ser importante aquí. El club y el entrenador han depositado en mí su confianza y tengo que devolvérselo. El fútbol cambia de un día para otro y parece que esto está dando la vuelta. Necesito confianza y estoy intentando ganármela», explicó.
Sin obsesiones
Portillo, de todos modos, tampoco quiere hablar demasiado de números, para no convertirlos en una obsesión. «No quiero hablar de goles, sólo de jugar partidos y sentirme importante. El gol llegará -aseguró el delantero- y, si no, que se me vea en otras cosas. No me puedo ir de aquí con la espina clavada de no poder jugar o marcar goles, la gente ha apostado muy fuerte por mí y tengo que devolver la confianza con trabajo y goles», insistió.
Javi Portillo mostró su olfato goleador desde categorías inferiores del Real Madrid hasta el Nástic en el que, una temporada antes de llegar a Osasuna, firmó once tantos en 34 partidos.
El gol de Mallorca fue realmente especial para el madrileño. «Cuando fui con el Madrid perdimos, el año pasado perdimos en Copa y en Liga conseguí el gol que parecía de la salvación, pero me expulsaron. Fue un poco de revancha, aunque sea anecdótico».
Santi Ezquerro, que tuvo que retirarse a la media hora del encuentro frente al Mallorca, sufre una rotura en el adductor mediano de la pierna izquierda. La lesión le imposibilitará enfrentarse al Valencia, un choque en el que, previsiblemente, le sustituirá Masoud.
Xavier Margairaz quema una nueva etapa hacia su reaparición, después de que ayer comenzase con su proceso de recuperación en Tajonar. El suizo, que sufrió la temida triada el pasado 27 de febrero, pasó por el quirófano tres días después y trabaja ya con Josu Sesma.
El árbitro David Fernández Borbalán, del colegio andaluz, ha sido designado para dirigir el encuentro que enfrentará a Osasuna y Valencia el próximo domingo. El partido se disputará en Mestalla, a partir de las 17.00, y será televisado en modalidad de Pay Per View.
Tal y como había asegurado nada más concluir el encuentro del Ono Estadi, José Angel Ziganda se mostró ayer satisfecho con el partido realizado por su equipo, aunque lamentó que las buenas sensaciones no se hayan traducido todavía en una victoria.
«Estoy contento por las sensaciones -subrayó-. El botín de Mallorca y Villarreal no es para estar satisfecho del todo porque podíamos tener más, pero el equipo reacciona y transmite. Por este camino podemos aspirar a algo bonito. La cosa va conforme a lo previsto, pero con la pena de no tener algún punto más».
El técnico reconoció que hay aspectos por mejorar, pero insistió en las buenas maneras de los suyos. «El equipo sigue creyendo. Ayer desde el banquillo se veía que íbamos a empatar. En el cara a cara tenemos posibilidades de disputar con los rivales, tanto a fútbol como en orden y seriedad. Con tranquilidad y sabiendo que nos va a costar, porque el partido de ayer era para haberlo ganado. Se pueden corregir cosas pero, por ejemplo, el gol fue más mérito suyo que error nuestro», argumentó.
Pese a la satisfacción general, Ziganda se detuvo en un nombre propio, el de Javad Nekounam, sin duda el más destacado el domingo. «La calidad es la calidad. Un jugador bueno suma mucho y nos viene fenomenal. Nuestro doble pivote se hizo dueño del medio campo y creo que pocas parejas les van a dar caña a los nuestros». El técnico, de todos modos, destacó que «para mí todos los jugadores son titulares; incluso alguno que no va citado puede ser titular», aseguró.
