«La desconocida», protagonizada por la actriz rusa Ksenia Rappoport, cuenta la historia de Irena, procedente de Europa del Este, que huye de un violento pasado y se muda a una ciudad italiana para empezar una nueva vida. Tras instalarse en un apartamento, Irena trabajará limpiando escaleras y hará todo lo posible para entrar en casa de los Adacher, una familia de joyeros, cuya hija pequeña, Tea, padece una enfermedad neurológica. Tornatore ha «contaminado» el género negro clásico con una historia «intimista y moderna».

En el thriller, «en vez de tener que descubrir quién es el asesino se adivinan paulatinamente los sentimientos que mueven toda la historia», aseguró.

El cineasta llevaba 18 años trabajando en esta película. «Cuando empecé con esta idea aún no ocurrían las atrocidades que ocurren ahora-explicó-, sólo he realizado una aproximación por defecto a una realidad mucho peor de lo que la ficción pueda mostrar jamás».

Rostro desconocido

Para protagonizar este drama, el cineasta, responsable de títulos como «Malena», decidió buscar «una mujer de rostro desconocido, con un italiano muy incierto, como el de muchas de las mujeres que viven en esa misma situación y que jamás llegan a aprender el idioma como evidencia del profundo impacto sicológico sufrido».

Tornatore encontró a su protagonista en la rusa Kseniya Rappoport, tras un largo proceso de casting en los que ella no destacó en ningún momento para los productores.

«Eso es lo que terminó por convencerme. No buscaba un rostro de fuerte identidad visual, prefería algo más común, que poco a poco conquistara al espectador y que encajara así a la perfección con la historia que quería contar», señaló.

El cineasta italiano vuelve a coincidir con el compositor Ennio Morricone, autor de la inolvidable melodía de «Cinema Paradiso» y con el que Tornatore ha desarrollado a lo largo de los años «una relación de amistad y complicidad» que, en la parte cinematográfica, es cada vez más difícil ya que ambos tienen «el carácter de las personas que no se conforman fácilmente».

En este filme, en el que también trabaja Claudia Gerini, Michele Placido, Piera Degli Esposti o Alessandro Haber, es la primera vez que se acerca a la figura femenina. «Tenía que pensar todo desde el punto de vista femenino, algo que fue muy interesante y muy difícil», confesó un realizador acostumbrado a que sus filmes fueran «muy masculinos». Asimismo, ofrece un pequeño papel a la intérprete española Ángela Molina que «es muy popular en Italia y me parece extraordinario que sea una de las pocas que le gusten las arrugas de su cara».