Irán refuerza su control del Estrecho de Ormuz mientras suenan tambores de guerra
En plena crisis económica en EEUU, y a escasos meses de que George W. Bush abandone la Casa Blanca, la presión contra Irán repunta. Informaciones auguran un ataque «preventivo» de Israel. Teherán ha puesto el Estrecho de Ormuz bajo control de su Guardia Revolucionaria.
GARA |
El guía supremo de Irak, ayatolah ali-Jamenei, ordenó a la Guardia Revolucionaria que se haga cargo de la vigilancia del Golfo Pérsico.
Este cuerpo de élite de la República Islámica de Irán controlará así el Estrecho de Ormuz, por donde transita el 40% del petróleo mundial.
Es la respuesta de Teherán a crecientes informaciones sobre un posible ataque de Israel, apoyado por EEUU, contra las instalaciones nucleares iraníes. En este sentido, el Pentágono ha notificado al Congreso estadounidense la aprobación de la venta a Israel de 1.000 misiles antibúnker de pequeño calibre, un tipo de armamento que sirve para este tipo de ataques, según informó en su edición del domingo «The Jerusalem Post».
Este despliegue coincide asimismo con una nueva vuelta de tuerca de Occidente contra Irán por su programa nuclear. La Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) insiste en que Teherán se someta de nuevo al protocolo adicional del Tratado de No Proliferación nuclear, que permitiría una inspección más exhaustiva de su programa. El Gobierno iraní dejó de aplicar en 2006 este protocolo adicional como protesta por la transferencia del dossier de su programa nuclear al Consejo de Seguridad.
No habrá respuesta
El Estado francés sumó ayer su voz a la de EEUU para defender nuevas sanciones -sería el cuarto paquete- contra Teherán «por su negativa a colaborar».
El Gobierno iraní ha adelantado que no responderá a las nuevas exigencias de la AIEA e insiste en que proseguirá enriqueciendo uranio.
La AIEA asegura que Irán podría en seis meses tener suficiente uranio para construir un arma de fisión (nuclear).
El Pentágono ha aprobado la venta a Israel de 1.000 misiles anti-búnker de pequeño calibre ideales para un ataque «preventivo» a las instalaciones nucleares iraníes.