Con un estado de ánimo totalmente diferente al que nos tenía acostumbrados, a Xavier Margairaz se le puede aplicar el manido refrán de «No hay mal que por bien no venga». La grave lesión que sufrió hace medio año cortó la irregular trayectoria que llevaba en Osasuna y, lo peor, le impidió jugar un Europeo que organizaba su país, pero de ello ha extraído un aprendizaje que ya es palpable en su cambio de actitud.

Abierto, dicharachero y optimista, el jugador suizo espera regresar «al cien por cien» a los terrenos de juego en un plazo no superior a los dos meses, siempre con la cautela propia de seguir al pie de la letra las indicaciones que a partir de ahora le transmitan el cuerpo médico, preparadores físicos y entrenadores.

«Mentalmente estoy mucho más fuerte y maduro que antes -relató-, en mi primer año me costó mucho adaptarme, no conocía el idioma y la mentalidad es completamente diferente a la de Suiza. Era más tímido y, ahora que domino un poco más la lengua, creo que me estoy integrando mejor en el grupo», señaló en un decente castellano en cuanto al giro personal que ha dado tras una lesión tan prolongada.

La moral es importante, pero el helvético no es ajeno a que la competencia se ha visto acrecentada respecto a la temporada pasada, especialmente en lo que se refiere a su puesto, con la llegada de Ezquerro y Masoud. «Pero no le tengo miedo a ello porque confío mucho en mis posibilidades y ahora lo que tengo que hacer es trabajar duro», especificó.

Mala campaña

Margairaz tampoco se escondió a la hora de enjuiciar su papel durante la pasada campaña hasta que se lesionó. «No estoy contento por los trece partidos que jugué el año pasado, pienso que puedo hacer mucho más, me faltó marcar más goles y coger confianza, pero ahora estoy mucho más fuerte mentalmente que antes», insistió el jugador rojillo.

No en vano, ha tenido que hacer frente a decepciones, como no poder jugar en un campeonato continental jugado en su país, una oportunidad única que no se volverá a repetir. «Hay que olvidarse de ello e intentar volver a jugar con la selección para clasificarla de cara a la Copa del Mundo, aunque hasta ahora no hemos tenido muy buenos resultados», apuntó.

De lo que no se olvidó fue de su equipo durante los primeros pasos de su rehabilitación en Ginebra. «Estaba en contacto a través de los periódicos, la televisión e internet. Además, habla- ba todas las semanas con el médico y me ponía al día. La verdad, se me hizo difícil estar en Suiza y no ayudar, pero pensamos que la recuperación era mejor junto a mi familia», dijo.