Carmen: Te escribo estas líneas desde la más sincera amistad para decirte que el ministro del Interior del Estado español, Pérez Rubalcaba, ha pregonado a los cuatro vientos que vuestro escrito -el que firmáis Joseba Urrusolo y tú misma- es la muestra clara de las disensiones en el seno de ETA, etc., etc. Ha dicho más, ha añadido que ETA corta de raíz y de forma drástica a aquellos militantes que le llevan la contraria.

Quiero que sepas, además, que a Xabier Lapitz, de Radio Euskadi, aunque luego ha rectificado, le ha faltado tiempo para decir: «Mira lo que le pasó a Yoyes».

Pérez Rubalcaba, querida Carmen, ha callado -por interés político, claro- que Joseba y tú estáis fuera de ETA desde hace años. Y ha callado, además, que tampoco estáis en el Colectivo de Presos Políticos Vascos. Lo que ha dado a entender con evidente mala intención es que sois miembros de ETA y que habéis escrito lo que habéis escrito en condición de militantes de esa organización. Si, además, hay alguien que con una ligereza impropia de un periodista y que dirige y presenta el magazín de la mañana en la radio pública vasca, con cientos de miles de oyentes, saca a colación a Yoyes, no te costará imaginar el cristo que se puede organizar. Sé, porque tú y yo lo hemos discutido sinceramente varias veces, que has escrito lo que en verdad piensas. Pero el resultado es el que ves: Pérez Rubalcaba frotándose las manos.