Me llamo Fátima Nuñez, tengo 35 años, y después de la vida que he pasado, y a sabiendas de los servicios sociales y parte de políticos del Ayuntamiento, todos se lavan las manos. Hace dos meses Caja Vital Kutxa me dejó en la calle por impago, la mayor parte de mi ex marido, pero yo vivía en el piso y he sufrido las consecuencias.

Hace un año, después de que mi ex marido me lo donara con chantaje de por medio, me metí en lo único que podía, un usurero de Bilbo. Conseguí el dinero, pero él, en vez de meterlo en la Caja, lo metió en el Juzgado, porque el piso ya estaba en subasta, a la cual fui la única persona que se presentó. Pero los intereses subían, porque el Juzgado no dio parte a la Caja y, claro, a ese hombre no le interesaba y sacó el dinero. Lo he intentado por medio de algo parecido, Bes-Credit, y cuando parecía estar arreglado, se echaron atrás, pues la procuradora de la Caja no está por la labor.

He ido a la Caja para que me hagan una hipoteca, pero me la niegan, aún teniendo trabajo. He ido al Gobierno vasco y me han dicho que cuando tienen embargos son de VPO. Se lo dan a alguien de Etxebide, pero yo no puedo apuntarme, pues una de las normas es no haber tenido durante los dos años anteriores piso en propiedad.

He hablado con un concejal al que me remitió el alcalde por no atenderme él y me dice que no puede hacer nada. He vuelto a pedir que me atienda el alcalde, pues sólo pido un techo, ya que tengo dos hijos en un hogar -ésta es otra historia de la justicia que tenemos- y no puedo tenerlos sin un sitio donde vivir. El Ayuntamiento tiene pisos vacíos, pues yo me dedico a limpiarlos, y se los dan a otra gente porque que hay que darles una oportunidad, y me parece bien, pero ¿a mí quién me la da? Aún no he obtenido respuesta. Hoy me atiende el concejal de EA. A ver si por otro lado pueden hacer algo.