La Real juega mañana uno de esos partidos que pueden marcar un antes y un después. Y no será el primero, pese que la Liga no ha hecho más que comenzar.

Ya sucedió en Zaragoza, donde los donostiarras sumaron un punto que puede tener su peso a final de temporada pero que, sobre todo, confirmó que el equipo tiene argumentos para pelear por el ascenso: es capaz de jugar bien, aunque no siempre; y sabe sobreponerse a las adversidades, aún cuando lleguen ante el, téoricamente, mejor equipo de la categoría.

El de mañana puede ser otro de esos partidos. La Real también se enfrenta a un buen equipo -con menos nombres que el maño pero, sin duda, con las ideas más claras sobre el terreno en el que se mueve- que en este caso, además, atraviesa una situación inmejorable. No en vano es el líder de Segunda, aunque sólo sea por el golaverage.

Así que, en caso de victoria, los txuriurdines no sólo pueden verse en lo más alto de la clasificación a la conclusión de la jornada, sino que habrán aventajado a uno de los que se perfila como uno de sus rivales directos. Amén de haber acabado con el gafe que parece perseguirle en el Rico Pérez.

Por encima de cualquier otra cuestión, Juanma Lillo tiene claro que lo importante es la victoria. «El Hércules es el líder y tiene depositadas ilusiones en este año, como nosotros también tenemos las nuestras. Pero vamos a ir pensando que lo que nos vale son los tres puntos», subrayó.

Que no será tarea fácil, ante un rival que «no es un equipo combinativo, pero sí organizado y experimentado. Saben a qué juegan, se juntan bien cuando no tienen el balón. Me gusta mucho ese equipo», aseguró el entrenador tolosarra.

Prieto sigue con problemas

El mayor hándicap, con todo, puede estar en los propios txuriurdines, dependiendo de las bajas con las que cuente definitivamente un equipo que, ciertamente, no cuenta con demasiados efectivos.

Se mantiene, en este sentido, la duda de Xabi Prieto, que sigue sin poder entrenar con normalidad a consecuencia del fuerte golpe que sufre en la parte posterior de la rodilla. A falta del entrenamiento que dirigirá hoy, Lillo no sabe todavía si podrá contar con él, como tampoco se ha decidido sobre la titularidad de Gerardo, pese a que éste sí se ha recuperado.

Delibasic, al quirófano

El que no se enfrentará a su exequipo es Andrija Delibasic, que incluso tendrá que pasar por el quirófano.

El delantero se lesionó en el entrenamiento del pasado miércoles y las pruebas confirmaron ayer que se lastimó el menisco de su rodilla derecha, por lo que será intervenido en breve y permanecerá varias semanas de baja. Sendoa o Morán ocuparán mañana su puesto en el once.