Al menos cuatro civiles, entre ellos un niño, murieron ayer en un ataque perpetrado por un grupo de insurgentes que tenía como objetivo una base de las tropas de la OTAN en el este de Afganistán.

Según un comunicado de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, los atacantes lanzaron varios misiles contra una base militar de las tropas ocupantes en el distrito de Ziruk, en la provincia oriental de Paktika.

Sin embargo, los proyectiles impactaron en un campo de cultivo cercano en el que estaban trabajando campesinos y niños. Las tropas de la ISAF respondieron al ataque con fuego de artillería contra las posiciones de los insurgentes.

Explosión en Pakistán

En el vecino Pakistán, cinco estudiantes fallecieron ayer y otros once resultaron heridos como consecuencia de una explosión registrada en una madrasa (escuela coránica) de la ciudad paquistaní de Quetta.

«La gente de la madrasa dijo que alguien lanzó explosivos dentro del edificio», explicó a Reuters una fuente policial, aunque otro agente aseguró que la deflagración tuvo lugar en el interior de una de las salas de la madrasa y que, al parecer, sus paredes se derrumbaron. «Estamos considerando todas las posibilidades -añadieron- incluso la de que (los milicianos) podrían estar preparando explosivos en la madrasa».

Quetta es la capital de Baluchistán, provincia fronteriza con Afganistán, donde en los años 80 se levantaron gran número de escuelas coránicas con el fin de captar voluntarios para luchar contra la ocupación soviética del país vecino.