La crisis institucional norirlandesa se agrava. Primero fue la suspensión de la reunión del Ejecutivo de Belfast el jueves, y ayer se canceló una de las reuniones sectoriales de las instituciones norte-sur, en las que los ministros del norte y sur de Irlanda establecen estrategias comunes para la isla.

La causa de la suspensión de la reunión del Ejecutivo encabezado por el unionista Peter Robinson y el republicano Martin McGuinness ha sido la negativa unionista a dar luz verde al traspaso de las competencias de Justicia e Interior de Londres a Belfast.

La transferencia, incluida en el Acuerdo de San Andrés, rubricado por los gobiernos de Londres y Dublín y todos los partidos norirlandeses, debía haberse producido el 8 de mayo.

En su visita a Belfast el martes, el primer ministro británico, Gordon Brown, pidió que se fije un plazo para que la transferencia se haga efectiva.

Por su parte, los ministros del DUP, UUP y SDLP, que junto a Sinn Féin forman parte del Ejecutivo, se reunieron de manera informal. Tras el encuentro, expresaron su frustración por la parálisis de la actividad gubernamental. Asimismo, resaltaron la necesidad de establecer estrategias para encarar la crisis.

Sinn Féin, mientras tanto, reclamó un compromiso por parte del DUP para que el Ejecutivo sea «participativo además de multipartito» en cumplimiento de lo pactado. El Acuerdo de San Andrés recoge tanto la transferencia de poderes como la cooficialidad del gaélico irlandés.

«Es importante dejar claro que tenemos una situación en la que DUP está incumpliendo el Acuerdo de San Andrés», denunció McGuinness. «Si el que lo incumple hubiera sido Sinn Féin, en estos momentos habría cola para golpearnos», resaltó el viceprimer ministro.

Advertencia de Robinson

El primer ministro unionista, Peter Robinson, advirtió de que el boicot de Sinn Féin a las reuniones del Ejecutivo tendrán serias consecuencias.

El jueves ya anunció la suspensión de la reunión sectorial entre los ministros de Agricultura de Dublín y Belfast, Brendan Smith y Michelle Gildernew, en el Condado de Cavan.

Pese a ello, Smith y Gildernew decidieron mantener la reunión, aunque este encuentro no tuviera carácter oficial ya que las reuniones del Consejo Norte-Sur deben ser autorizadas por el Ejecutivo. Al encuentro se sumó el ministro de Asuntos Rurales, Éamon Ó Cuív.

Si la crisis continúa en los parámetros actuales, la reunión entre el Consejo y del Consejo británico-irlandés, prevista para principios de octubre, será cancelada con toda seguridad.