Julio Hernández ha buscado en «Gasolina» un retrato sincero de su país, Guatemala
GARA | DONOSTIA
«Gasolina» es «un retrato muy sincero» de la realidad guatemalteca en el que su director, Julio Hernández Cordón, ha querido reflejar la «sensación de hastío» que existe entre los jóvenes.
Esta película fue presentada ayer en la sección Horizontes Latinos. Se desarrolla en una sola noche, en un barrio desolado de Guatemala, y cuenta la historia de tres chicos de clase media-alta que se dedican a robar gasolina para poder pasear con el coche de uno de ellos.
Aunque en la película no se sabe si es Guatemala o cualquier otro sitio, sí se muestra la atmósfera oscura, las calles desoladas por la noche, como bocas de lobo, señaló Hernández Cordón, que resaltó que durante el rodaje nunca cerraron una calle al tráfico. Y en la película apenas se ve un coche diferente al de los protagonistas.
El director quería reflejar esa sensación de hastío que él ha visto siempre entre sus amigos, con un fuerte deseo de salir de Guatemala, porque considera importante reconocer lo que ocurre y poder discutirlo.