Desde el 1 de septiembre, como cada año, la línea de Bizkaibus que hace el trayecto entre Gernika, Ibarrangelua y Elantxobe ha reducido su frecuencia drásticamente. Hemos pasado de tener un autobús cada media hora todos los días a tener únicamente 8 al día de lunes a viernes: 4 de ida y 4 de vuelta. No funcionan en sábados, ni en domingos, ni mucho menos en festivos.

Por si no fuera suficiente esta reducción de horario, el autobús que mantienen tiene muchas menos plazas y, en consecuencia, muchas veces la gente se queda colgada en la parada, con la única posibilidad de coger un taxi o esperar casi tres horas al siguiente autobús. Esta situación se agrava los lunes todavía más, cuando, aprovechando que en Gernika hay mercado, la gente de la zona hace toda clase de recados. Y yo me pregunto: ¿Esto es un servicio público o una ruleta de la suerte?

Desde el camping de Laida y junto a Kanala y otras zonas llevamos años recogiendo firmas y presentándolas en la Diputación con la esperanza de que nos hagan caso, pero nos contestan que no es viable poner más líneas (¿ni el fin de semana?). Ahora los ayuntamientos de Ibarrangelua, Arteaga y Elantxobe se han puesto manos a la obra, pero de momento no hay ningún cambio.

Aún así, estas localidades no son las únicas afectadas. Cualquier persona que quiera pasar el día o el fin de semana en el camping o ir a las playas y alrededores no podrá hacerlo si no dispone de transporte propio.

Luego nos dirán que cuidemos de la Reserva de la Biosfera, que usemos el transporte público y dejemos el coche para contaminar menos. ¡Qué hipocresía!