El representante del Ministerio Fiscal en la Audiencia Nacional pretende que Unai Fano sea extraditado al Estado español y anunció ayer que solicitará al juez Baltasar Garzón que tramite la orden para ello.

Según aseguraron las agencias de información, la Fiscalía le acusa de «colaboración» con ETA por el «papel desarrollado en el seno de la organización ilegalizada Batasuna». Fano fue arrestado el martes junto a la joven navarra María Lizarraga. La Policía francesa les relaciona con la organización armada vasca y permanecieron durante toda la jornada de ayer bajo arresto en la comisaría de Saint-Etienne, a la espera de ser trasladados a París.

Las detenciones de estos dos ciudadanos vascos se produjeron en una una zona boscosa, denominada Chorigneux, de la localidad de Trelins, en el departamento de Loire -algunas fuentes afirmaban que se trataba de un camping-, y se les habrían incautado dos armas -una pistola y un revolver-, así como munición, dinero en efectivo y documentación falsa.

Asimismo, los arrestados estarían en posesión de dos vehículos robados; un Opel Zafira y un Volkswagen Polo, y dentro de los coches habría diverso material que estaba siendo analizado por agentes de la Subdirección Antiterrorista (SDNAT) y la Policía judicial francesa.

Durante toda la jornada hubo versiones contradictorias sobre las circunstancias en que se produjeron las detenciones, y si algunas fuentes señalaban que se trató de una operación en la que habría participado la Policía española, otras aseguraban que había sido la llamada de un ciudadano la que había desencadenado los arrestos.

Asesor en Loiola

Fano se encontraba en paradero desconocido desde febrero, cuando la Policía española fue a buscarlo a su domicilio por participar en un coloquio junto a Pernando Barrena y Patxi Urrutia en torno al fallido proceso de diálogo en Iruñea. Barrena y Urrutia fueron arrestados ese mismo día por orden de Garzón y, desde entonces, se encuentran en prisión.

El hernaniarra fue también asesor de la comisión negociadora de la izquierda abertzale en las conversaciones de Loiola y objeto de seguimiento por parte del FSE.

En su vehículo apareció incluso un sistema de seguimiento e interceptación de conversaciones que fue denunciando en una rueda de prensa con Arnaldo Otegi. La Guardia Civil lo retuvo durante varias horas cuando se dirigía hacia la citada comparecencia.

Lizarraga, por su parte, era conocida por su labor en el movimiento juvenil y había trabajado en el equipo de trabajadores del Consejo de la Juventud de Nafarroa. El ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, situó a ambos «en el aparato militar» de ETA en la comparecencia que realizó para valorar las detenciones.