Las transnacionales sólo reinvierten un 30% de los beneficios que logran
El «Informe sobre las inversiones en el mundo 2008» de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) confirma que en 2007 se produjo «un récord sin precedentes» en cuanto al movimiento de inversiones extranjeras y de fusiones y adquisiciones de empresas, al alcanzar 1,26 billones de euros. La principal conclusión es que las transnacionales sólo reinvierten el 30% de los beneficios que logran lejos de origen.
Juanjo BASTERRA |
Los flujos de inversión extranjera directa en el mundo alcanzaron en 2007 «un récord sin precedentes» hasta 1,26 billones de euros, lo que supone un incremento del 30% respecto al año anterior y supera el listón más elevado de 2000, según explica la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo).
Esos resultados obedecen en gran parte al crecimiento económico «relativamente elevado» y a «los buenos resultados de las empresas en muchas partes del mundo», a juicio de ese organismo dependiente de las Naciones Unidas.
Una de las principales conclusiones que ha dado a conocer la UNCTAD en el informe anual es que las empresas transnacionales sólo reinvierten un 30% de los beneficios que obtienen con la actividad de sus filiales en el extranjero. El estudio destaca la elevada actividad de las empresas transnacionales y reconoce que durante 2007 continuaron su expansión en el extranjero.
Un 21% más en ventas
Según la organización internacional, las 79.000 empresas transnacionales existentes y sus 790.000 filiales extranjeras cuentan con un patrimonio de unos 10 billones de euros. Esa organización internacional estima que las ventas totales de las grandes empresas multinacionales el año pasado ascendieron a 21,4 billones de euros, lo que representa un 21% más que un año antes.
El valor añadido bruto de las filiales extranjeras en todo el mundo representó aproximadamente el 11% del PIB mundial en 2007 y el número de empleados ascendió a 82 millones. Según la organización internacional, «el universo de las empresas transnacionales está en expansión». Destacan, sobre todo, las grandes corporaciones manufactureras y petroleras, como General Electric, British Petroleum, Shell, Toyota y Ford Motor que ocupan los primeros puestos de la lista de las principales grandes multinacionales no financieras. El organismo internacional reconoce, por otro lado, que se está produciendo un importante crecimiento de transnacionales del sector servicios, incluidas las infraestructuras, ya que «veinte de ellas se sitúan entre las cien primeras en 2006, mientras que en 1997 sólo había siete en ese grupo».
Fondos soberanos, al alza
Una de las características fundamentales de la inversión extranjera directa mundial es la aparición de los fondos soberanos de inversión. «Se han beneficiado de una rápida acumulación de reservas en los últimos años, con 3.4 billones de euros circulando por el mundo, suelen tolerar mejor los riesgos -según el informe de la UNCTAD- y reportar más beneficios que las reservas oficiales tradicionales gestionadas por las autoridades monetarias». Los datos determinan que sólo un 0,2% del total de los activos estaba relacionado con la inversión extranjera en 2007». Sin embargo, llama la atención que de los 26.700 millones de euros que los fondos soberanos han invertido en el extranjero en las dos últimas décadas, 21.180 millones lo han sido en los últimos tres años. Este tipo de fondos ha intervenido en las economías desarrolladas.
Reducción de un 10%
Para este año, el informe adelanta que la inversión extranjera, en general, se reducirá en un 10%, en vista de la evolución del primer semestre. 2008 se cerrará con una inversión que sobrepasará por poco el billón de euros (1,1 billones de euros).
No obstante, el secretario general de la UNCTAD, Supachai Panitchpakdi, precisa que «la crisis financiera mundial tuvo un impacto limitado en los flujos de la inversión extranjera directa en 2007», aunque reconoce que «empezará a hacerse sentir en 2008». Manifiesta que «la desaceleración de la economía mundial y las turbulencias financieras han ocasionado una crisis de liquidez en los mercados monetarios y de títulos de deuda en muchos países desarrollados».
El informe constata importantes diferencias en cuanto al origen y destino de la inversión extranjera. La Unión Europea recibió el año pasado 547.759 millones de euros e invirtió en el exterior 778.171 millones. Estados Unidos, por ejemplo, se benefició de 158.605 millones de inversión en su territorio, mientras que las empresas estadounidenses trasladaron inversiones por valor de 213.788 millones a otros países del mundo. En cambio, los países en desarrollo recibieron 345.447 millones de euros, «el mayor flujo de entrada de inversión extranjera jamás conseguido», según el organismo internacional dependiente de la ONU, lo que significa un crecimiento del 21% en tan sólo un año, ejercicio complicado para la economía mundial. A la vez, desde estos países se invirtió en otros del mundo un total de 174.796 millones, «gracias a la expansión de las empresas transnacionales asiáticas en el extranjero».
La inversión en «los países menos adelantados», sin embargo, ascendió a 8.981 millones de euros, lo que también constituye un nivel elevado de actividad económica. Por regiones, la UNCTAD indica que en Africa las entradas de inversión extranjera directa ascendieron a 36.108 millones de euros. En Asia oriental y Oceanía la actividad fue también extraordinaria con 169.641 millones, siendo China y Hong Kong los dos principales destinos.
En 2007 la inversión extranjera en el mundo alcanzó 1,26 billones de euros, «un récord sin precedentes», según la UNCTAD, ya que se elevó en un 30%. Lo que indica «el buen comportamiento de los resultados de las empresas».
El «Informe sobre las inversiones en el mundo 2008» de la UNCTAD confirma que «a pesar de las crecientes preocupaciones» y «el debate político sobre el aumento del proteccionismo», la tendencia legislativa general permite una mayor apertura a la entrada de inversores. Tan sólo confirma que se produjeron entre 2006 y 2007 restricciones en las industrias extractivas en América Latina, mientras que Estados Unidos y Rusia adoptaron medidas restrictivas en inversiones «implicadas en la seguridad».
El estudio de la UNCTAD destaca la actividad de las transnacionales en el desarrollo de infraestructuras, porque los países en desarrollo invierten cada año entre el 3% y 4% de su PIB en infraestructuras, aunque deberían duplicar esa cantidad. En 2006, de las 100 principales transnacionales, 14 son de EEUU y 10 del Estado español. Entre ellas destacan Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Telefónica, grupo Ferrovial, Abertis, ACS y Gas Natural y grupo Agbar.
El año pasado se cerraron operaciones de fusión y adquisición de compañías que se cuantifican en un total de 1,1 billones de euros, un 21% más que con el cambio de siglo, que fue el de mayor impacto. «De esta manera, la crisis financiera, activada por la debacle de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, no frenó de manera apreciable las fusiones y adquisiciones transfronterizas a nivel mundial», explica el organismo internacional.
En este caso, la UNCTAD destaca que el año pasado se firmaron compras muy importantes como la de ABN-Amro por el consorcio formado por el Royal Bank of Scotland, Fortis y grupo Santander por 67.000 millones de euros, «la mayor operación de la historia bancaria» y, entre otras, la adquisición de Alcan (Canadá) por Río Tinto (Gran Bretaña).
El secretario general de la UNCTAD, Supachai Panitchpakdi, asegura a nivel general que la crisis de los préstamos hipotecarios de alto riesgo que estalló en Estados Unidos en agosto de 2007 «ha afectado a los mercados financieros y creado problemas de liquidez en muchos países, lo que ha llevado al aumento de los costos del crédito». Sin embargo, el máximo responsable del organismo internacional afirma que «por el momento el impacto microeconómico y macroeconómico en la capacidad de las empresas para invertir en el extranjero ha sido relativamente limitado».
El informe confirma que la mayoría de las empresas transnacionales «tienen suficiente liquidez para financiar sus inversiones, debido a sus elevados beneficios empresariales».
En tres años los fondos soberanos han ocupado un nivel destacado en las inversiones directas. De los 26.700 millones de euros invertidos en las dos últimas décadas, 21.180 millones de euros lo han sido desde 2005.
