Tercer empate en cuatro partidos
Tampoco hay fogosidad rojilla al encarar el marco contrario
Los de Ziganda acumularon hasta dos largueros y un balón sacado bajo palos, demostrando una vez más su indefinición de cara a gol
OSASUNA 0
DEPORTIVO 0
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Osasuna sigue tropezando en la misma piedra, su falta de acierto a la hora de materializar las oportunidades que genera. Hecho que continúa siendo un lastre demasiado pesado a la hora de acumular puntos en su casillero. Dos largueros y un balón sacado bajo palos fueron los méritos de los de Ziganda, pero el botín se lo llevaron los deportivistas quienes, con un hombre menos, arrancaron un empate con sabor a victoria.
El tercero en cuatro partidos para los navarros, en esta ocasión más agrio que el cosechado ante el Villarreal, dado cómo transcurrió el encuentro. Los rojillos no supieron manejarse con uno más y, a medida que avanzó la segunda parte, la impotencia y el descontrol se adueñaron de un bando local incapaz de hacer daño.
Fue una pena la lesión de Monreal en el minuto 9 no sólo porque el de Ezkirotz estaba subiendo con intensidad por su banda -un empalme suyo poco antes fue al pecho de un defensor rival- y alternándose muy bien con Plasil, sino porque el rápido ritmo que le estaba imprimiendo toda la escuadra rojilla al inicio del partido se fue al traste con el desafortunado lance de su lateral izquierdo.
Ese parón sirvió al Deportivo para sacudirse el dominio -un listo Lotina colocó a su jugador más peligroso, Guardado, junto al recién entrado y debutante Oier Sanjurjo- y pasar a controlar la situación. Sergio y De Guzmán se desenvolvieron mucho mejor y los gallegos comenzaron a enseñar las uñas con su estrella mexicana.
El tiro del azteca, tras irse de dos rojillos, que acabó finalmente en córner y la gota de calidad de Masoud, al tratar de ajustar al poste un servicio de Juanfran desde la derecha -salió lamiendo la madera- fueron la antesala del tramo, entre los minutos 30 y 35, con las mejores ocasiones para ambos bandos.
De manera intercalada, deportivistas y navarros tuvieron la oportunidad de ponerse por delante en el marcador. Zé Castro se adelantó a la salida de un córner a Miguel Flaño, pero su cabezazo no encontró puerta a la media hora de juego.
Los locales dieron la correspondiente réplica, vía Juanfran, en los momentos de mayor inspiración del de Crevillente. De sus botas surgieron los dos lances que llevaron mayor peligro a la meta de Dani Aranzubia. Un centro suyo a punto estuvo de remacharlo Portillo en boca de gol (m.31), si bien, todo hay que decirlo, el de Aranjuez estaba en posición ilegal.
Un minuto después Plasil firmó la mejor ocasión de la primera mitad. Otra buena acción de Juanfran, que abrió a la derecha a Portillo para que éste enviara un balón raso al área pequeña, acabó siendo tocado por el checo, que se adelantó a un defensa, pero el cuero acabó siendo repelido por el larguero.
Pero el Depor no estaba noqueado y una descoordinación defensiva rojilla -Roversio se quedó enganchado y salió tarde de la línea- permitió que Bodipo se quedara solo ante Ricardo, pero el delantero mandó una pelota franca al anfiteatro.
Expulsión de De Guzmán
La situación se volvió francamente propicia para Osasuna apenas iniciada la segunda parte. Una nueva falta de De Guzmán sobre Juanfran propició que el canadiense se fuera a la caseta, no sin la intriga que le puso un nefasto Ramírez Domínguez, al que le costó un siglo sacarle la segunda amarilla, con pañolada previa de la grada pidiendo el merecido castigo.
Lo que ocurre es que quedarse en superioridad numérica no es sinónimo de éxito y los rojillos se fueron atascando a medida que avanzaban los minutos, entre la impaciencia del público, con un equipo plagado de jugones, pero también de muy poca pegada. El ataque navarro basculó a la izquierda con la salida de Delporte, de uno de cuyos centros partió la jugada que acabó con el disparo de Juanfran que el omnipresente Lopo sacó con la espuela bajo palos.
Ese lance y el centro chut que el francés envió al larguero en el tiempo de descuento fueron los únicos episodios en los que la bien colocada zaga coruñesa vio inquietar su portería. Al final, el empate a cero demostró que la escuadra navarra sigue roma de cara al marco contrario y que no supo interpretar un envite en el que estuvo con ventaja numérica durante nada menos que 40 minutos.
Sólo una cuarta parte de los remates que protagonizaron los rojillos fueron a la portería defendida por Dani Aranzubia. De los 17 intentos por perforar la meta deportivista, sólo dos tuvieron la dirección adecuada y otros acabaron siendo repelidos por el larguero.
Curtido en mil batallas y con la experiencia de haber sido técnico de Osasuna durante tres temporadas, Lotina trató de dar un primer golpe de efecto al elegir campo. Con ello, evitó que Osasuna inicialmente atacara la portería de Graderío Sur, algo que hace de manera habitual.
Finalmente, fue Sunny quien no se sentó en el banquillo ante el Deportivo, al ser el descartado por Ziganda de la lista de 19 convocados. Además del jugador nigeriano, previamente, el técnico rojillo había dejado fuera a Dady, Jokin Esparza, Pandiani y Tiago Gomes.
Natxo Monreal será baja para el encuentro del próximo domingo en Los Pajaritos entre Numancia y Osasuna. El de Ezkirotz sufre un fuerte esguince en su tobillo derecho provocado en la jugada en la que chocó con Zé Castro en el minuto 9. El jugador será nuevamente valorado hoy.
José Ángel Ziganda no supo muy bien cómo explicar que dos de los puntos volaran de El Sadar, tal y como discurrió el choque. «¿Qué les vas a decir a los jugadores? -se preguntó- Al equipo da gusto verle jugar al fútbol, pero le falta definición. Hay muchos aspectos positivos, pero el resultado te deja insatisfecho». Fue el discurso ambivalente del de Larraintzar.
«A nadie le puedes decir nada por no acertar, el equipo está serio y crea ocasiones. Lo normal hubiera sido que alguna entrara, pero hay que reconocer que no tenemos confianza de cara al gol. Hemos hecho lo que debíamos, pero no ha faltado instinto para materializar», insistió.
Tres puntos de doce posibles realmente no es una buena media, pero lo peor sería, a juicio del míster, bajar los brazos a las primeras de cambio. «El grupo da la sensación de ganar en cualquier momento, concede poco atrás y genera fútbol, nos falta un poco de confianza, sentirnos ganadores. Una o dos victorias y veréis cómo hacemos algo grande este año», vaticino el míster rojillo.
Miguel Ángel Lotina, técnico deportivista, también alabó el trabajo a destajo de los suyos, «con dos líneas de cuatro que se han juntado muy bien, además de las ayudas, que han sido tremendas. La gente ha hecho un gran esfuerzo», comentó.