El director palestino Rashid Masharawi presentó ayer la cinta «Eid milad Laila» (El cumpleaños de Laila), en la Sección Oficial del Zinemaldia. Presenta en ella la historia de Abu Laila, un ex-juez que, ante la imposibilidad de ejercer su profesión (debido a la caótica situación del Ministerio de Justicia palestino), ejerce de taxista conduciendo el coche de su cuñado. La historia narra, en clave de humor, las peripecias de un hombre peculiar con una fe ciega en la justicia (en una situación tan anárquica que resulta poco práctica), durante una jornada en la que debe de llegar a tiempo para celegbrar el cumpleaños de su hija.

A la búsqueda de un futuro

Por medio de esta comedia, el director y también responsable del guión, Rashid Masharawi, pretende centrarse, con humor y esperanza, en la vida de la sociedad palestina bajo la ocupación israelí, que comenzó en 1948 y cumple ya sesenta años.

Sin aparentemente grandes pretensiones cinematográficas, «Eid milad Laila» es «una búsqueda de nuestro futuro, que no sabemos qué aspecto tiene», presentando la vida de un hombre «que mantiene su dignidad» y, como grita desesperado en la cinta, ¡quiere vivir!, porque «ama a su hija, su familia y su ciudad».

El protagonista, según su intérprete, Mohammad Bakri, es «un ser gris, triste y a la antigua usanza, demasiado correcto y muy alejado de mí como artista», por lo que ha supuesto «uno de mis personajes más difíciles». Para llevar a cabo su labor, repasó cada matiz del guión con el director, «como si estuviéramos bailando un tango».

La cinta utiliza la necesidad de justicia del juez irónicamente, para tratar de transmitir lo absurdo «de la situación palestina» y sumar «algo nuevo» a la filmografía que sobre este tema se ha desarrollado. Como palestinos se sienten «desalentados y debilitados» y hacen autocrítica con la intención de, en el futuro, poder vivir en un lugar «sano».