GARA > Idatzia > Kultura > Zinema

La boda interminable

«Rachel Getting Married»

Koldo LANDALUZE

De no ser por el visionado más que reciente de “Neil Young Trunk Show: Scenes from a Concert”  y,  a tenor de lo visionado en “Rachel Getting Married”, hubiera jurado que Jonathan Demme había encontrado nuevos rumbos creativos como autor de vídeos para bodas y bautizos. En su última etapa, el oscarizado autor de “El silencio de los corderos” evidenciaba un errático periplo que le ha llevado a rodar sendos remakes con muy desigual fortuna. Da la sensación que Demme ha sufrido en exceso el gran peso que le legó la  inquietante presencia de Hannibal Lecter y no ha sabido dotar de cierta coherencia un discurso posterior que, en esta su nueva película de ficción, adquiere su dimensión más preocupante. Todo el filme gravita alrededor de los desconcertantes desórdenes domésticos que comparten los integrantes de una familia que ultima con mimo y nervios la inminente boda de una de sus integrantes y Demme se sirve de una coartada visual seudoartística para rodar un híbrido entre esa tipología de telefilmes que tanto gusta a Oprah Winfrey y el Dogma danés; y todo ello para dar forma a cada uno de los episodios de esta especie de variante USA y domesticada de aquella otra “Celebración” dirigida con mucha más mala leche por Thomas Vinterberg. A excepción de tropezarnos con la  encumbrada Anne Hathaway en un rol dramático y compartiendo la escena catárquica junto a Debra Winger, poco más cabe destacar en este album nupcial creado a partir de retazos  de lágrima, reencuentros y el dolor legado por una tragedia irreparable.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo