El PP pide «responsabilidad» a Sanz tras no lograr Rajoy que se retracte
Una «cumbre» nocturna entre las direcciones de ambos partidos el jueves en Madrid no logró que Miguel Sanz retire el envido lanzado al PP para lograr más autonomía para UPN. El presidente navarro sigue dejando la puerta abierta a abstenerse ante los presupuestos estatales, aunque Soraya Sáenz de Santamaría cree que al final primará la «responsabilidad» y todos descartan que la fusión esté en riesgo.
R.S. |
El pulso entre UPN y PP va para largo. El intento hecho el jueves por la cúpula de la formación estatal, con Mariano Rajoy al frente, para que Miguel Sanz renunciara a la amenaza de desmarcarse en la votación de los presupuestos estatales finalizó en fracaso. Ambas partes se reunieron en Madrid en una cena que fue filtrada convenientemente desde UPN y en la que, según la Cadena Ser, Sanz volvió a apostar por que los dos diputados navarros se distancien del PP y se abstengan ante el proyecto del Gobierno de Zapatero.
La falta de resultados del encuentro, cuya relevancia queda de manifiesto en los participantes, hace que la situación se enquiste. El PP ha corregido su agresiva posición inicial al darse cuenta de que el envite de sus socios navarros es serio. Atrás quedan las descalificaciones y amenazas lanzadas en las primeras horas por dirigentes como Javier Arenas. Lo que ahora predomina en el PP es el intento de persuadir a UPN de los riesgos que tiene su apuesta.
Así, la portavoz del partido en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, apeló ayer a la «responsabilidad» de UPN y trató de buscar un denominador común señalando que tanto los del PP como los de UPN buscan «unos presupuestos que sirvan para atajar la crisis».
«No hay argumentos»
Desde la parte navarra, Miguel Sanz correspondió a esta rebaja de tono resaltando en Iruñea que «nadie puede ni tiene argumentos para decir que el pacto atraviesa dificultades». Presentó la cena con la dirección del PP como «ordinaria». Pero a nadie se le escapa que el líder de UPN volvió a «calentar» la cita unas pocas antes al comparecer públicamente por vez primera junto al nuevo secretario general del PSN, Roberto Jiménez, para escenificar la apertura oficial de la negociación.
Así las cosas, según la Cadena Ser la cena de Madrid resultó «tensa». Esta emisora dio por seguro que Sanz estuvo acompañado no sólo por el secretario general, Alberto Catalán, sino también por Yolanda Barcina.
La confirmación de que Sanz no tira la toalla a las primeras de cambio en este intento de ganar espacio para UPN frente al PP permite aventurar que la crisis irá para largo, algo que en ningún caso parecía contemplar el partido de Mariano Rajoy.
De hecho, lo más posible es que se alargue hasta que se produzca la votación final sobre los presupuestos, en el mes de diciembre (antes sí deberán tomar alguna decisión en el trámite de enmiendas a la totalidad, en octubre). Y es que la situación varía mucho en el supuesto de que el Gobierno Zapatero precise los dos votos de UPN o en caso de que sean absolutamente superfluos. Esto último parece lo más probable a día de hoy, toda vez que en la primera ronda de contactos tanto PNV como BNG se han mostrado claramente inclinados a votar sí. En este caso sería más factible que el PP ceda finalmente y permita abstenerse a UPN.
Por contra, si los presupuestos dependen realmente de los votos de Cervera y Carlos Salvador, nadie duda de que UPN votará lo mismo que el PP.
