Pleno de política general en Gasteiz
López: «No es posible pactar con España y querer llevarle a Estrasburgo»
Iker BIZKARGUENAGA | GASTEIZ
Patxi López, en su turno de intervención, intentó sacar a la luz las contradicciones del discurso matutino de Ibarretxe, aunque en el camino tuvo que saltar por encima de algunas de las suyas. El secretario general del PSE, eso sí, dejó claro antes de entrar en otra materia que para él «la prioridad del país tiene que ser acabar con ETA, porque ETA quiere acabar con este país y, desde luego, ni lo vamos a permitir ni lo va a conseguir».
Dicho esto, miró hacia la bancada que en el Parlamento ocupa el Gobierno y acusó al lehendakari de practicar un «populismo barato» al «trasladar la imagen de Euskadi como un campo de concentración, con alambradas, derechos pisoteados, pueblo oprimido, ciudadanos maltratados y España imperial». Frente a este retrato que, a su juicio, esbozó el mandatario autonómico, el candidato del PSE a sucederle en Ajuria-Enea replicó que «es un discurso muy poco propio del representante en Euskadi del Estado, de alguien que lleva diez años como lehendakari, que ha viajado en coche oficial, que ha tenido privilegios y, sobre todo, ha podido defender sus ideas con toda la libertad del mundo».
López también se hizo eco de la mención que Ibarretxe hizo de los acuerdos alcanzados con el Gobierno español en materias como el TAV, el Cupo o la Fuente Europea de Neutrones, y tras aludir a ese escenario de acuerdo, esgrimió que «no es compatible entenderse con el Gobierno de España y pretender llevarle a lo tribunales».
El líder del PSE, en cualquier caso, también tuvo que hacer algunos equilibrios para explicar, en un discurso muy crítico con la gestión del gobierno tripartito, que su grupo parlamentario había «negociado» y «avalado» 31 de las 35 leyes aprobadas por el Parlamento, entre ellas algunas como la Ley de Víctimas del Terrorismo, la Ley del Suelo, la Ley de Aguas, los presupuestos... que calificó como «las más importantes». Esta aparente contradicción, López la salvó apelando a la «responsabilidad de país» de su partido.
También se valió, en su crítica al Ejecutivo de Lakua, de las diferencias existentes entre los socios de gobierno en materias como Vivienda, Ley Municipal, la «Y vasca» y la reforma de los modelos lingüísticos en la enseñanza, que enfrenta abiertamente a EA y al PNV.
Sobre la consulta, el dirigente del PSE espetó a Ibarretxe que «usted sabía desde el principio que no tenía ningún recorrido, ni político ni legal, pero no le importaba, porque la concibió para que fracasara y para poder luego utilizarla de manera victimista como reclamo electoral».
Y mentados los próximos comicios, López, que hace meses que fue designado candidato de su partido, hilvanó una alocución más propia de campaña que de un debate de inicio de curso político. «Ha surgido en este país una nueva mayoría que quiere cerrar un ciclo de crispación y enfrentamiento, para abrir una nueva etapa de paz, entendimiento, convivencia democrática y bienestar social», sostuvo al concluir.
«Cerrar el paréntesis»
Antes que López tomó la palabra el portavoz del PP, Leopoldo Barreda, quien aprovechó su intervención para lanzar algunos dardos al Gobierno de Rodríguez Zapatero, y acusó a Ibarretxe de ser «un lastre» que sólo piensa en el «rédito electoral» y en ser «alternativa a Batasuna».
En su tono habitual y con un discurso trufado de citas, el parlamentario del PP, grupo en el que desde hace unos días se dio de baja de forma oficial María San Gil, afirmó que «los vascos queremos cerrar el largo paréntesis de Estella», y le dijo al mandatario autonómico que incluso dentro de sus propias filas «abundan» las voces que piden su sustitución.
Sobre la consulta impulsada desde Lakua, Barreda criticó a sus promotores por «poner en ridículo a los vascos en Europa», y aseguró que en su partido «estamos deseando ser consultados, queremos ser llamados a las urnas y decidir entre la huida al pasado que usted representa o el cambio a un futuro de prosperidad y convivencia en libertad». «Ese día seremos la garantía del cambio de un futuro mejor y más libre», sostuvo.
Si algún afiliado del PNV se sentó delante de la televisión y aguardó a la intervención de Joseba Egibar a la espera de que el portavoz jeltzale defendiera o explicara la actuación de su partido en el tema de la consulta, se quedaría ojoplático al comprobar cómo el presidente del GBB destinaba casi todo su turno de intervención a impartir una charla sobre la situación económica mundial y el origen de la crisis. Sus apelaciones al modelo «souflé» de la economía española hicieron brotar sonrisas entre sus compañeros, pero no era eso, al menos en la tribuna de prensa, lo que se esperaba de él.
Sobre la consulta y, más concretamente, la actuación de Ibarretxe, Egibar defendió que «lehendakari ha cumplido con su palabra». Denunció que el Tribunal Constitucional, con su veto, ha querido «dejar sin voz y sin derecho a decidir a la sociedad vasca» y, respecto a la respuesta del tripartito, se limitó a señalar que «ha hecho lo que ha hecho» y «otra cosa es si se ha acertado o no». No pareció tenerlo muy claro, pese a hablar de «un resultado aceptable y fructífero».
La parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, valoró que a la prohibición de la consulta decretada por el Tribunal Constitucional «hay que responder con sosiego y buscando la suma de fuerzas de la mayoría social que está a favor del derecho a decidir». Ezenarro también se lamentó porque «la construcción de la paz está en crisis».