Escritor maduro
«El nido vacío»
KRITIKAK
Mikel INSAUSTI
La maduración artística no tiene que ver necesariamente con el calendario vital de las personas, y el cine hace mayores a muchos cineastas jóvenes antes de que se den cuenta.
A sus 35 años, Daniel Burman ya se pone en el lugar de los cincuentones, porque los hijos de su anterior película han crecido y están en disposición de emanciparse. Con «El abrazo partido» empezó a intentar comprender el complicado asunto de la paternidad desde el punto de vista del hijo, para en «Derecho de familia» convertir en padre a su alter ego Daniel Hendler. Si su actor fetiche no aparece por «El nido vacío» habrá que pensar que contempla al maduro protagonista desde fuera, optando por un estilo menos realista que en sus otros trabajos.
Para justificar dicho retrato inclinado hacia su lado más onírico quiere que el estelar Oscar Martínez sea escritor, con un ensimismamiento constante que le lleva a mezclar los recuerdos con las fantasías.
Cecilia Roth tiene bastante menos peso específico en la película que su compañero de reparto, debido a que la crisis del matrimonio es cotejada a través de las sensaciones, ideas subjetivas y delirios varios del marido.
Con la edad este dramaturgo de prestigio se ha vuelto retraído y evita los actos sociales, a los que es más dada su pareja. Es como si él se enfrentara a la novedad de hallarse a solas con su mujer, una vez que la prole ha dejado el hogar, mediante la actitud de la tortuga encerrada en su propio caparazón.
Ella, por su parte, reacciona ante el síndrome del título en sentido contrario, ocupando el tiempo en todo tipo de actividades y retomando los estudios.
El humor intelectual que emplea Burman para diseccionar las relaciones entre ambos cónyuges se acerca más que nunca al de Wood y Allen, a sabiendas de que también mantiene una saludable distancia irónica respecto a su educación judía.
La visita a Israel para ver a la hija, casada con otro escritor que por su juventud todavía no se ha vuelto fóbico, crea las situaciones más divertidas.