Directa, extrema y de gran compromiso. Así se puede catalogar la actividad desarrollada durante el pasado julio por tres alpinistas coreanos, Kim Sae-joon, Wang Jun-ho y Kim Tae-man, en la apenas conocida cara noreste del Meru Sur (6600 m, Garhwall, India). Este murallón se encuentra a la sombra del ya muy visitado Meru Shark Fin, un pico muy famoso sobre todo por los habituales intentos que se desarrollan en su cara sur; eso sí, muchos ataques pero pocos logros.

La cara este del Meru Sur, en cambio, sólo cuenta con una ascensión realizada en los 80 por un grupo japonés, así como una combinación de dicha pared con la arista firmada en el 2001 por un equipo español. Pues bien, los coreanos se decantaron por entrarle de frente y directo a su cara noreste, una pared enorme que mantenía encerradas muchas incógnitas.

En 10 días fijan hasta el Campo 2, es decir, los primeros 1000 metros de desnivel. Les visita el mal tiempo, y escalan en condiciones bastante duras. Van solventando todos los problemas, y finalmente se ponen ante el headwall o el verdadero rompecabezas de la vía. En 9 días superan las diez tiradas más difíciles y técnicas de la línea, un trazado muy vertical y desplomado. Y si eso fuera poco, la calidad de la roca se las traía.

Un dato a tomar en cuenta: el largo de A5 le llevó a Sae-joon unas 20 horas de trabajo. A pesar de todo, según los coreanos, lo más peligroso fueron dos tiradas de roca extremadamente rota que incluían un enorme bloque que lo tuvieron que tirar. A esta sección de A4 le llamaron «Extremo peligro».

Como se ve en la fotografía, montaron dos campos, y desde el último, el headwall, subieron en estilo cápsula. Fueron bastante ligeros, con una hamaca para dos, sacos finos y poca comida. Finalmente hacen cima el 13 de julio a las 16.30. Rapelan y deshacen los campos, pero por culpa del mal tiempo no pudieron retirar toda la cuerda fijada en la parte inferior. En la pared también han quedado 20 parabolts, 17 rivets y 3 pitones. Gate to the sky es la nueva obra: VII, A5, 6a.