Asier VELEZ DE MENDIZABAL

La pequeña localidad navarra de Uterga recibió ayer a cientos de personas que no quisieron perderse la ocasión de participar en la segunda edición del Día del Viento. Desde primera hora de la mañana, y con una excelente organización que habilitó espacios donde poder aparcar y señalizó todo el pueblo, se llevaron a cabo diversas actividades con el viento como denominador común: vuelos en globo aerostático, demostraciones de aeromodelismo, exihibiciones de cometas... los amantes del viento no tuvieron un sólo instante para descansar.

El pueblo se presentó engalanado para la ocasión. Ayer, todas las fachadas amanecieron decoradas con globos y cometas de diferentes colores, que ondearon al viento dándole un ambiente festivo a la localidad. La animación y el ir y venir de gente también fue notorio, animados por gigantes y cabezudos, hinchables para los más txikis, juguetes y diversos talleres.

No es casualidad que Uterga haya sido la localidad elegida para celebrar este festival eólico. Y es que desde tiempos inmemoriales, el cierzo ha azotado fuertemente a los vecinos de la localidad, que lejos de molestarse se han aliado con él para utilizar su fuerza y sacar agua, ventear cereales o producir energía.

Rodando con las cometas

Ayer, el punto que sin duda congregó a más público fue el campo de fútbol y los terrenos anexos. Allí, sobre la una de la tarde cientos de niños y jóvenes se lo pasaron en grande agitando al viento sus cometas y globos. La fuerza del viento los impulsaba sin descanso, mientras que sus dueños corrían de un lado a otro tratando de controlarlos y dominarlos.

En el paraje contiguo al campo, los cometistas más expertos realizaban maniobras de kitebuggy a bordo de sus triciclos. «Se trata de una nueva modalidad de deporte, que consiste en manejar el cometa o el parapente montado en un triciclo. Aunque no es una práctica muy conocida, lleva ya unos años haciéndose», explicó a GARA Iker Murillo, miembro de Haizaldi, la Asociación de Cometistas de Nafarroa, organizadora del evento junto al Ayuntamiento de Uterga.

Añadió que el kitebuggy es un deporte que normalmente se suele practicar en terrenos secos, como en playas o parajes desérticos. «Desde Haizaldi hemos organizado multitud de desplazamientos hasta playas o terrenos desérticos o semidesérticos. Por ejemplo, hemos estado en Bardenas, que por su clima y orografía es un sitio muy favorable para la práctica de actividades relacionadas con el viento, especialmente para rodar impulsado por la cometa», comentó.

Haizaldi es una asociación que nació dos años atras en el herrialde y tiene como finalidad dar a conocer y extender la práctica de esta especialidad, y en general, reunir y aunar fuerzas de todos los aficionados al viento y las cometas. Ésta ha sido la primera vez que han organizado el Festival Internacional de Cometas de Nafarroa, que se ha llevado a cabo de manera paralela a la celebración del Día del Viento. Asimismo, y a tenor de la buena acogida de la primera edición, tienen previsto repetir el evento el próximo año, esta vez introduciendo otras novedades y actividades.

Numerosas actividades

«La finalidad de este festival es que la gente conozca de primera mano el mundo de las cometas y todos los ámbitos que puede abarcar. Queremos que, sobre todo, los más pequeños se familiaricen con este tipo de artilugios y puedan aprender a volar una cometa», comentó Murillo, que al mismo tiempo se congratuló por el espléndido tiempo del que se pudo disfrutar ayer, así como por la numerosa afluencia de público que se registró en la localidad navarra.

Así, solamente por la mañana los niños construyeron más de 300 cometas en los talleres instalados en la localidad. Durante toda la jornada, los más txikis aprendieron a crear cometas y globos aeroestáticos, siempre guiados y supervisados por miembros de Haizaldi.

También hubo exihibiciones de aeromodelismo, parapente con motor y cursos de vuelo de cometas acrobáticas y cometas de tracción. Además, dentro del propio ayuntamiento se organizaron diferentes charlas y exposiciones.